Uno de los principales inconvenientes a los que tienen que enfrentarse los pacientes de SIDA, aparte de asumir esta dura enfermedad, tiene que ver con la medicación.
El virus del SIDA se queda dormido en el sistema inmunológico y puede reactivarse. Es por eso que los pacientes no pueden dejar de tomar la medicación. Si lo hicieran, el virus podría ponerse manos a la obra de nuevo y hacer que las personas enfermaran gravemente.
Ahora unos científicos franceses acaban de hacer un gran avance con respecto a estas células enfermas. Se trata del descubrimiento de un marcador que hace posible identificar las células infectadas por el virus, en las que permanece escondido.
Esto podría ayudar a los médicos a identificar claramente aquellas células sanas, de las que están infectadas. ¿Y para qué serviría? Pues para crear medicamentos específicos que apunten a esas células (depositarias del virus, aunque sea dormido) y conseguir que el virus quede erradicado de raíz.
¿Estamos ante la posibilidad de curar el virus del sida?
Los medicamentos antirretrovirales son muy útiles para convertir el virus del sida en una enfermedad crónica. Esto es lo que permite a los pacientes llevar una vida prácticamente normal.
Sin embargo, parte de las células infectadas permanecen dormidas y expectantes. Si la terapia medicamentosa se detuviera, el virus se multiplicaría todavía más rápido. La curación total del paciente sería, pues, inviable.
Los científicos, de la Universidad de Montpelier (Francia) acaban de descubrir que las células que esconden el virus tienen un marcador en la superficie que las delata.
El objetivo de estos científicos es el de apuntar directamente a esas células, que serían como el reservorio del VIH. Hasta la fecha, no existía ningún sistema en forma de medicamento que fuera capaz de encontrar el reservorio. Lo era incluso para las propias defensas del cuerpo, que tampoco podían atacarlo.
Los estudios se han llevado a cabo con células humanas y con doce pacientes portadores de SIDA. Así, han descubierto que la mitad de los linfocitos que tienen el VIH en su interior, tienen la proteína CD32a en la superficie. Esta misma proteína no es evidente en los linfocitos libres de virus.
Más investigación
El camino para la curación del virus del sida, lógicamente, no acaba aquí. Todavía queda mucha investigación por delante. Los científicos se apoyarán en esta proteína que actúa como marcador para observar y estudiar el comportamiento de los linfocitos latentes.
Según Douglas Richman, investigador de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos), este mecanismo será de gran utilidad para la comunidad científica. Y es que por fin podrán estudiar el misterioso funcionamiento de la latencia, hasta ahora inexplorable por su complejidad e invisibilidad.
Ahora hay que saber cómo se inmiscuye el virus en esas células y de qué manera es capaz de alterar los genes.
La mayor preocupación de los científicos en este momento pasa por aplicar un tratamiento medicamentoso que sea capaz de atacar solo a esas células y no a todas. El proceso minimizaría mucho los efectos secundarios.
Hay que tener en cuenta, por otra parte, que este sistema solo sería capaz de acabar con el 50% del reservorio de VIH del cuerpo. Los científicos son claros a la hora de remarcar que para derrotar definitivamente al virus del sida será necesario eliminar más de la mitad del reservorio.
La aplicación de este tratamiento, de hecho, todavía estaría muy lejos de ser aplicada a los enfermos actuales. Los expertos creen que los primeros medicamentos dirigido específicamente a estas células infectadas podrían aparecer dentro de ocho o diez años. No antes.