El futuro está aquí desde hace tiempo. ¿Cuántas veces hemos visto proyectos de robots que nos hacen las tareas de casa, ayudan a nuestros mayores o a personas con dificultades especiales?
El laboratorio de Informática e Inteligencia artificial del MIT (CSAIL) está trabajando ahora en un proyecto que quiere convertir a los robots en extensiones naturales de nuestro propio cuerpo.
Lo más habitual, a la hora de controlar robots, es emitir mensajes o activar comandos especiales. Pero lo que quieren conseguir los miembros de este equipo científico es que los robots sean capaces de leer nuestro cerebro. Con esto se conseguiría que estos androides trabajen como si lo estuviéramos haciendo nosotros y sin necesidad de mediar palabra.
Lo mejor de todo es que este sistema incluso sería capaz de realizar correcciones mientras el robot lleva a cabo sus tareas. Para ello, eso sí, tendríamos que llevar en la cabeza una especie de casco. Y es que el sistema desarrollado por el CSAIL tiene que poder leer tu actividad cerebral.
A partir de entonces, se crean algoritmos de aprendizaje que clasifican las ondas cerebrales en fragmentos de 10 y 30 milisegundos. Se trata de captar las señales que emite el cerebro cuando detecta un error.
Esto puede resultarnos muy útil si vemos que el robot se ha equivocado en tareas básicas, como por ejemplo, encender una luz o depositar un residuo en un contenedor determinado.
Mientras vemos funcionar el robot, lo único que tenemos que hacer es aprobar o desaprobar mentalmente lo que está haciendo. No hay que hacer nada más, porque la máquina es capaz de adaptarse a tus pensamientos.
Hay que indicar, eso sí, que el método actual no puede aplicarse todavía en la vida real. El equipo del MIT está trabajando en mejorar el sistema, para que de este modo pueda usarse en la industria, en coches autónomos o incluso en otros campos con los que todavía no se ha trabajado.
