Si has probado alguna vez las gafas de realidad virtual, puede ser que hayas notado que uno de los efectos secundarios de su uso sea un mareo o un dolor de cabeza. De hecho, uno de los problemas que más preocupan son las náuseas que genera por culpa de un motivo. No han sido diseñadas con la funcionalidad de optimizar las imágenes para tus ojos.
Es decir, que se trata de un genérico que no está personalizado. De hecho, en un estudio de Stanford ponen como comparación al reconocimiento de voz, que se adapta a la forma que tienes de hablar y a tu tono para que tus dispositivos te reconozcan.
Así es como muchas de las quejas que han llegado -las más comunes- son el dolor de cabeza y los mareos. Ahora, justamente un equipo de científicos de Stanford, parece haber encontrado una solución. Actualmente están desarrollando unas gafas de realidad virtual que puedan ajustar cómo se muestran las imágenes en relación a nuestra edad y a cualquier otra condición física existente (como puede ser la miopía, hipermetropía y demás).
Por citar un ejemplo, hay personas a las que les cuesta enfocar de cerca más que a la gente joven, con lo que unas gafas de realidad virtual podrían generarles problemas. Así es como lo explica uno de los investigadores, Gordon Wetzstein. «Cada uno necesita diferentes modos ópticos para conseguir la mejor experiencia en VR», lo que significa que hay que personalizar la forma en la que se nos muestra el contenido para que se adapte a nuestras condiciones físicas.
En la vida real, en cuanto enfocamos en un punto lo demás pasa a un segundo plano, o estaría más desenfocado. Pero con las VR el enfoque es más difícil ya que la pantalla está fija en relación con nuestros ojos. El problema, que puede causar desde molestias a dolores de cabeza, además de las nauseas. Esto puede llegar cuando estamos usándolas durante algo más de media hora, ahí empezaremos a notar los problemas.
Una mejora con software y hasta con hardware
Para evitar los mareos, dolores de cabeza y además, estos científicos están trabajando con una serie de parches para el software pero también en dos tipos distintos de gafas VR intentando encontrar cuáles se adaptan mejor a estas necesidades.
Según han desvelado, el mayor problema es que los dispositivos actuales hacen que sea difícil para nuestros ojos el enfoque en un solo punto por culpa de la proximidad con ellos, así que han diseñado una serie de prototipos que zanjaría esta problemática. En uno de ellos se usa unas lentes líquidas que podemos ajustar moviendo una rueda. En cuanto al otro prototipo, lo que hace es funcionar como si fueran unos prismáticos. Acercamos y alejamos la pantalla como si fuese un zoom. Pero los dos incorporan la tecnología de rastreo de los ojos para que el sistema sepa en todo momento hacia donde estamos mirando.
Ahora mismo, los prototipos diseñados nos ayudarán si tenemos miopía, hipermetropía y presbicia. De momento no han conseguido atajar el problema del astigmatismo. Aunque aseguran que estos desarrollos se encuentran en la etapa más temprana, con lo que esperan seguir ayudándonos para que la tecnología VR cada vez sea mejor.