La robótica sigue avanzando a pasos agigantados. No dejamos de ver nuevos proyectos, cada vez más perfeccionados y modernos. El último se llama Cassie y nace del seno de Agility Robotics, una especie de compañía spin-off de la Universidad de Oregon. Lo asombroso de Cassie es que es completamente bípedo. El robot logra guardar el equilibrio, imitando los movimientos de un ser humano o de un animal. Desde Agility Robotics explican que un robot de dos patas es más fácil de manejar. Puede acceder a lugares donde otros robots no consiguen hacerlo.
Cassie llega tras la demostración en el año 2015 de ATRIAS, otro robot bípedo construido por la misma compañía. Al igual que su nuevo hermano, ATRIAS consigue guardar el equilibrio (aunque no de forma tan perfecta), pero además está capacitado para salvar todo tipo de obstáculos. En el caso de Cassie, su equilibrio es mejor, gracias a un sistema basado en componentes que imitan a los músculos humanos. Para que os hagáis una idea, el robot cuenta con una cadera con tres grados de libertad. Ésta le sirve como punto de equilibrio y articulación principal. Otra de sus ventajas, es que los tobillos disponen de su propia motorización. Son completamente independientes, lo que provoca que no se siempre se necesite que las dos patas estén en contacto con la superficie. De este modo, Cassie dispone de un balance único que le hace mantenerse en equilibrio constantemente.
Según los creadores de Cassie, este tipo de robots tendrían sentido en una amplia gama de servicios. Tal y como han explicado, servirían como base para, por ejemplo, crear robots de búsqueda y rescate. También como plataforma para crear diferentes tipos de prótesis. Incluso se cree, que podrían valer como mensajeros entregando paquetes o comida a domicilio, sustituyendo así a los famosos drones. ¿Os imagináis que os traigan una pizza a casa, o verlos andar por el monte en auxilio de alguien?
En el vídeo que os mostramos a continuación se puede ver la agilidad de Cassie en diferentes terrenos. En el que mejor se maneja es en la carretera. Su flexibilidad, sobre todo al compararla con ATRIAS, es perfecta, el robot guarda perfectamente el equilibrio. Aunque no lo parezca, el hecho de conseguir este equilibrio supone un logro enorme. Que un robot imite la forma de andar de un ser humano o un animal es más difícil de lo que parece, sobre todo por que el factor equilibrio es muy complicado de trasladar a componentes mecánicos.
Tanto ATRIAS como ahora Cassie, están desarrollándose con fondos públicos de Estados Unidos. Concretamente son tres las entidades que están aportando dinero: NFS (National Science Foundation), HFSP (Human Frontier Science Program) y DARPA, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa de Estados Unidos. Esto quiere decir, que quien sabe si en un futuro veremos a un Cassie armado, muy alejado del reparto de comida a domicilio que pretende Agility Robotics.