Ya conocemos los datos de ventas del último trimestre de 2016 para Apple, y confirman una buena forma de la empresa de Cupertino, aunque encontramos algunos elementos curiosos. Mientras que sus ingresos totales han subido un 3% respecto al año anterior (78.351 millones de dólares, frente a los 75.872 millones del año anterior en el mismo periodo), los beneficios sin embargo han caído un 2,6%, desde los 17.891 millones de este año a los 18.361 millones del año.
¿Cómo puede ser que Apple ingrese más pero tenga un menor beneficio? Hay varias explicaciones, por un lado, al hablar de beneficio neto, estamos teniendo en cuenta también el pago de impuestos. Si ha habido algún cambio en la legislación que ha generado que la marca californiana tuviera que pagar más impuestos a una cantidad igual de ventas, eso resultaría en beneficios menores.
Por otro lado, también tenemos que tener en cuenta que Apple tiene varios frentes de ventas abiertos. Su joya de la corona es iPhone, de donde consigue la mayoría de sus ingresos. Este último trimestre de 2016, estos ingresos aumentaron un 5% respecto al último trimestre de 2015, llegando a los 54.378 millones de dólares. Sin embargo, no sabemos la inversión realizada en otros de sus productos, como el nuevo Macbook, el Apple Watch Series 2 o los últimos iPad Air. Si la venta de esos productos no han cumplido las expectativas, aunque a nivel global se haya vendido más, el resultado en relación a la inversión realizada podría dar ese beneficio levemente inferior.
Apple ya mostró un descenso de beneficios al mostrar sus resultados del trimestre anterior, de octubre a diciembre de 2016, bajando un 3,36%, por lo que estos resultados no habrán sido una sorpresa. Tim Cook, su CEO, se limitó a centrarse (sorprendentemente) en lo bueno, afirmando que estos últimos datos mostraron su mayor ingreso trimestral en toda la historia de la compañía, y que las ventas de todos sus dispositivos alcanzaron niveles históricos.
Venta de teléfonos
Según datos de Strategy Analytics, Apple vendió un total de 78,3 millones de iPhones en el último trimestre, marcando el buen ritmo de los nuevos iPhone 7 y iPhone 7 Plus. Estos datos le posicionan ahora mismo como el primer vendedor de teléfonos del mundo, por encima de Samsung, que en el último trimestre vendió 77,5 millones de teléfonos, un 5% menos que en el mismo periodo de 2015.
Este ‘sorpasso’ en el liderazgo de la venta mundial de móviles probablemente es consecuencia del desafortunado incidente con el Galaxy Note 7 de Samsung, lo que generó un trasvase de clientes hacia Apple. Los números también lo acreditan, ya que el 5% de ventas que ha perdido Samsung es el 5% que ha ganado Apple en ingresos por el iPhone.
Sin duda nos encontramos con un escenario que puede cambiar en cualquier momento, especialmente ante los inminentes lanzamientos que se esperan, el LG G6, el Huawei P10 y el esperadísimo Galaxy S8. La salida de estos dos dispositivos puede alterar la balanza, y recuperar terreno perdido para el equipo Android.
