El fin de la radio FM está un poco más cerca. Como ya pasó con la televisión y la TDT, la frecuencia modulada va a experimentar una transición hacia la radio digital, y la desconexión comienza esta misma semana en Noruega. Se ha dividido el país en seis regiones para aplicar la migración al sistema DAB+ (Digital Audio Broadcasting) a lo largo de 2017, con la ciudad de Bodí¸ como la primera región del mundo en apagar la señal de FM. No en vano, se define con orgullo a sí misma como “el punto de partida del verdadero norte”.
La transmisión de audio digital, o DAB en inglés, no es nueva para los noruegos. En 2015, año en el que el parlamento noruego aprobó los plazos de desconexión de la FM, la radio digital convivía con la analógica hasta el punto de alcanzar más de 20 emisoras distintas y lograr que un 55% de hogares dispusiera de algún tipo de receptor de radio digital. Desde Digitalradio Norway aseguran que el fin de la frecuencia modulada no debe producir temor alguno, puesto que el DAB soporta hasta cinco veces más canales. Por otra parte, mejorar las actuales instalaciones de FM supondría un gasto desmesurado. Ya que se invierte dinero, es mejor emplearlo en una tecnología que se volverá estándar en apenas unos años.
El sistema DAB es mucho más resistente a errores de transmisión, puede ofrecer contenido multimedia y su ancho de banda permite incluso alcanzar la calidad del audio 5.1, nada de manipular el dial con precisión milimétrica para que tu emisora favorita no carraspee demasiado. Pero la ventaja más atractiva es que los oyentes no tendrían que andar cambiando de emisora si se desplazan por las distintas regiones del país. De hecho, en el rincón más ignoto del Círculo Polar írtico noruego podrán sentirse un poco menos aislados del mundo, al tener acceso a los principales canales de Oslo, la capital.
No obstante, a pesar de la gran penetración de la radio digital en Noruega, el 66% de sus habitantes prefiere la simultaneidad con la FM, puesto que escuchar la radio en el móvil, en un reproductor MP3 o por Internet sigue siendo más cómodo que rascarse el bolsillo para adquirir un receptor adecuado. De hecho, la DAB todavía no ha calado en el lugar donde la radio es protagonista: el coche. El apagón de la FM supone convertir unos 15 millones de radios de coche en armatostes inútiles. Y duele desprenderse de una compañera que ha mitigado la soledad de tantos y tantos kilómetros.
De todas formas, es cuestión de tiempo. Tras la pionera Noruega van muchos países, aunque cada uno a su ritmo. Reino Unido ya posee una sólida infraestructura DAB, una cobertura del 95% y una producción propia de receptores, pero la polémica ha sido más fuerte de lo esperado y el apagón se encuentra en un limbo indefinido, si bien se habla de 2019 como fecha límite. Por su parte, Suecia planeaba efectuar el apagón en 2022, y ahora lo han programado para 2025. Suiza ya tiene cubierto el 99% de su territorio, pero sus habitantes tienen hasta 2024 para hacerse a la idea. Otros países no han establecido plazos, aunque su cobertura digital crece de forma consistente: el 95% en Países Bajos y Dinamarca, el 91% en Alemania o el 70% en Italia.
¿Cómo andamos en España?
Aunque no lo parezca, nuestro país formó parte de la avanzadilla que se atrevió con la primera versión de la DAB en 1995. De hecho, se desplegó una red que llegó a dar cobertura al 50% de la población en 2002. Sin embargo, el proyecto se quedó paralizado por la falta de promoción, la ausencia de campañas que invitaran a comprar un receptor, el precio de los aparatos en aquel momento y, sobre todo, el hecho de que lo que se emitía en DAB era lo mismo que se escuchaba por FM, ya que las emisoras no tenían fondos suficientes para crear contenidos distintos en ambas plataformas. Además, la fuerte inversión en infraestructura no tuvo en cuenta que en 2007 iba a aparecer la evolución del sistema DAB, el DAB+. La adaptación es barata, pero hoy en día tanto el Gobierno como las empresas se ponen lívidos ante cualquier cosa que implique gasto. La realidad actual es que sólo se puede disfrutar de la radio digital en determinadas zonas de Barcelona y Madrid.
En cualquier caso, Noruega ha tenido la valentía de marcar el inicio de una adaptación inexorable. Si hemos sobrevivido a los devaneos de la TDT, esto es un juego de niños. ¿Estás preparado?
Me ha gustado mucho leer el artículo.
Creo que ha habido una fuerte obstrucción por parte de las empresas radiofónicas españolas. En el año 2011 estaba previsto que el DAB llegara al 80% de la población española, lo que incluía todas las capitales de provincia y las ciudades mayores de 50.000 habitantes, y lo que vivimos en junio de ese año, fue la reducción de cobertura transitoria al 20% que corresponde tan solo a las ciudades de Madrid y Barcelona.
No era un paso inabordable el hacer llegar la cobertura de la radio digital terrestre al 80% de la población, pero se prefirió perjudicar a los que entonces teníamos un receptor, antes que hacer lo propio con unas empresas que podrían perder la ventaja que les daba tener más postes que la competencia. Y es que el DAB (que en el futuro tendrá que ser DAB+), reducía esa ventaja, y hacía inútiles los casos de «amiguismo» de ciertos políticos con ciertos gobiernos autonómicos), que permitía soñar a los que no tenían suficientes postes, el que en un futuro más o menos cercano, alcanzarían a sus competidores.
Igual nos toca hacer ese proceso en el 2020, obligados por Bruselas. Y es que el ahorro energético que suponen las emisiones de radio DAB y sobre todo, del DAB+, en una época en la que se nos ha lavado el cerebro con las emisiones de gases de efecto invernadero, es casi más difícil de rechazar, que la posibilidad de no perder la cobertura de una determinada emisora, mientras nos movemos por todo el territorio nacional, o la posibilidad de tener un sonido de una calidad similar a la del cd.