Preparaos, porque la historia que os vamos a contar a continuación es digna de la mejor telenovela venezolana que os podáis imaginar. En este caso, Argentina. Y es que WhatsApp puede ser un maravilloso medio de comunicación pero, también, un lugar en el que los equívocos y malentendidos están a la orden del día. Sobre todo si te acaban de asignar el número de otra persona y sus contactos siguen creyendo que tú, no eres tú, sino »el Kevin». Os ponemos en antecedentes:
Un usuario de Twitter conocido como @RamaAleixo ha sufrido en sus carnes (digitales) una de las historias más rocambolescas que hayamos leído nunca. Este chico inicia un contrato nuevo con Movistar y se le asigna un número anteriormente utilizado por un chico llamado Kevin. Nada más instalar la SIM y el Whatsapp comienza a recibir mensajes preguntando por Kevin. O, por lo menos, eso es lo que él dice: si estas capturas son reales o no, eso no lo sabemos a ciencia cierta. Pero… ¿Qué importa? La historia es espectacular.
Tras dos o tres intentos más de querer contactar con Kevin, aparece una jovencita preguntando, también, por él.
Hasta aquí todo normal dentro de la molestia. Pero a partir de aquí la cosa ya empieza a tomar unos derroteros un tanto siniestros y rocambolescos. Una chica afirma haber dejado a su novia para empezar a salir con el Kevin. El pobre Rama intenta convencerla de que no es Kevin y acaba siendo advertido por »los brayans» porque »están por todos lados» y »hay infiltrados». Los brayans es el nombre por el que se denomina a un grupo de pandilleros de México que se caracterizan por vestimentas de muchos colores y por el tipo de música que escuchan. Es también la alusión a la tradición de poner nombres estadounidenses a los hijos, como Brian, Jennifer o el propio Kevin, por lo general en estratos más humildes de la población.
Continúa la historia del Kevin, los brayans y los infiltrados: la joven se consuela con el nuevo Kevin, diciéndole que sus padres le »arreglaron» el noviazgo y que ha dejado a la chica que ama porque nadie lo ve con buenos ojos. Ya tenemos noviazgo de conveniencia y unas Romeo y Julieta lesbianas.
Pero la historia sigue. Ahora es el turno de…¡¡La actual novia de Kevin!!
Ahora la cosa se vuelve más tétrica. Amenazas de muerte por parte de dos personajes conocidos como «El Tito y el Franco», que andan »rearmados».
Entre amenaza de muerte y amenaza de muerte, el Kevin tiene tiempo de organizar fiestas de música electrónica. ¿O es una clave para la venta de drogas?
Vuelven a la palestra los del »Tito y el Franco». Como podéis ver en la captura de su foto de perfil de Whatsapp, parece gente totalmente de fiar.
Ahora el del Tito y el Franco, directamente, amenaza de muerte al nuevo propietario del número de Kevin, advirtiéndole de que siempre va con la 22 encima. Hay que tenerlos muy bien puestos para llamar »bobo» a alguien que te acaba de amenazar de muerte.
El chico, alarmado, se pone en contacto con la joven que decía haber dejado a su novia, para ver si sabe algo del Tito y el Franco, que deben seguir »rearmados».
La chica le dice que se va a ir a casa del Kevin a preguntarle por todo este tinglado, mientras un nuevo número entra en contacto con Rama. Una joven enamorada de Kevin. Y, bueno… No solo enamorada. También, embarazada.
¿Aquí acaba la historia? No. Kevin no solo es un gran mujeriego. También hace estragos entre los chicos.
Recapitulemos: amenazado de muerte, una chica deja a su novia por él, su novia de ahora no sabe nada, otra joven afirma estar embarazada de él, un aficionado al anime le invita a salir del armario y… ¡No se vayan todavía, aún hay más!
¡Kevin narco!
A estas que… ¡Aparece Kevin!
Y a todo esto, la chica que dejó a su novia por Kevin, va a buscarlo a su casa y se lo retransmite a Rama en directo por Whatsapp.
¿Pensabais que se había acabado? No, aún queda otra chica más
Y hasta aquí la historia de Kevin, narcotraficante organizador de fiestas de música electrónica, amenazado de muerte, mujeriego y gay en el armario que un día decidió cambiar de número y aguarle la fiesta a Rama. ¿Habrá segunda parte del culebrón?