Las impresoras 3D son capaces de hacer cosas espectaculares. Aunque a día de hoy su uso todavía no está extendido a nivel particular, cada vez son más las cosas que se están haciendo aprovechando esta tecnología. Así ha sido como en el Auto Show de Los Angeles han presentado una ‘super bike’ que ha sido fabricada gracias a piezas hechas por una impresora 3D, concretamente su chasis.
A esta moto la han bautizado como The Dagger, y curiosamente ha sido terminada el día antes de mostrarla en esta exposición. Según sus fabricantes, Divergent 3D, el proceso de impresión produce una estructura de fibra de carbono que es un 50% más ligera que los materiales tradicionales de las motos. Así que esta motocicleta será mucho más eficiente en la carretera que cualquiera de sus competidores, y aún encima, más resistente. Así que su eficiencia no se hace a costa de la seguridad, más bien todo lo contrario.
Pero que nadie se engañe, no estamos hablando de una moto diseñada por completo gracias a una impresora 3D y con materiales de este tipo. Si hablamos de su motor, cuenta con el mismo que la Kawasaki H2 que hará que pueda llegar a grandes velocidades y dotarla de una gran aceleración gracias a sus 300 CV. Así que lo que están haciendo es aprovechar la tecnología de las impresoras 3D para sacarle partido a nivel estructural.
Esta moto, The Dagger, apunta a ser la que guíe el camino a otro tipo de desarrollos. Así es como Divergent 3D podría ahora producir partes de un chasis para la creación de una especie de ‘super coche’, una fabricación que podría ser ampliada a cualquier otra cosa. Y es que además de la moto, también han mostrado al mundo a Blade, un coche que tiene partes fabricadas con una impresora 3D y su diseño parece sacado de una película de ciencia ficción.
Más ligera pero también más resistente
La fabricación de esta moto puede suponer un antes y un después para las industrias. Las piezas que han usado para desarrollar el chasis de The Dagger han sido impresas usando fibra de carbono. Aseguran sus creadores que se trata de una motocicleta que es un 50% más ligera que las motos tradicionales. Y aún por encima, su rigidez le sirve para poder aguantar las fuertes aceleraciones de los 300 CV a los que puede llegar gracias al potente motor de la H2R.
Kevin Czinger, CEO de Divergent, explicó que «es una forma de demostrar que podemos desarrollar un vehículo dentro de una amplia gama, desde una motocicleta hasta un camión. Es una plataforma que permitirá diseñar, fabricar y montar una amplia gama de vehículos». Pasa por saber, ahora, si esta tecnología la aprovecharán solo las grandes marcas para hacer una diversificación de modelos o también le podrán sacar partida los pequeños fabricantes para entrar en la competición. «La visión de los próximos años es reducir el coste de estos vehículos, pasaremos de tener una pocas compañías a cienes usando esta plataforma de forma global».