luis pineda

Es la primera vez que se ve algo así­ en un tribunal. El dueño de Ausbanc, Luis Pineda, actualmente en prisión provisional acusado de extorsión, ha sido condenado por el Tribunal Supremo a tuitear durante 30 dí­as que difamó al portavoz de la asociación de consumidores FACUA, Rubén Sánchez. Luis Pineda se dirigió mediante insultos a Rubén Sánchez hasta en 57 ocasiones en Twitter, situación por la que tendrá que pagar reconociéndolo explí­citamente en la famosa red social. Esta condena exige además que el tuit incluya una mención a la cuenta del denunciante e incluso le obliga a utilizar una herramienta que permite superar los 140 caracteres, ya que consideran que la explicación completa requiere más longitud de texto. Además, y esta es la parte más normal de la sentencia, Luis Pineda tendrá que indemnizar con 4000 euros más intereses al portavoz de Facua por las ofensas cometidas.

Una sentencia inusual

Este fallo ha sido dictado por el Tribunal Supremo tras una apelación de Luis Pineda a una primera sentencia de la Audiencia de Sevilla en noviembre de 2014. El recurso del dueño de Ausbanc, ahora encarcelado provisionalmente por dirigir presuntamente una red de extorsión a bancos y cajas, ha sido desestimado al considerar que no tení­a fundamento, confirmando con ello que se produjo un atentado reiterado contra el honor del denunciante al usar expresiones insultantes como «imbécil» , «vago» o «corrupto» en hasta 57 ocasiones. Esta condena no fue idea del juez del juzgado 22 de Sevilla, sino que vino propuesta por el propio portavoz de FACUA, Rubén Sánchez, considerando que, ya que los agravios se habí­an producido a través de Twitter, era justo que la compensación viniese por esa misma red social. El juez explicita: esta condena se tendrá que llevar a cabo durante 30 dí­as y en horario de oficina, de 9:00 a 14:00 y de 17:00 a 22:00. Como añadido, tendrá que eliminar de su cuenta los 57 comentarios ofensivos dirigidos a dicho portavoz. Cuanto menos, sorprendente.

twitter carcel

Tuitear desde la cárcel

Otro de los aspectos que hacen de este fallo algo caracterí­stico es el hecho de que el condenado, Luis Pineda, se encuentra actualmente en prisión provisional desde el pasado 15 de abril, dí­a del que data su última entrada en la red. De este modo, se producirá una situación en la que un preso tendrá que ser provisto de un teléfono móvil o un ordenador para entrar en Internet, conectarse a la red social y comenzar a tuitear diariamente, para posteriormente, volver a su celda. Probablemente Luis Pineda tendrá otras preocupaciones más serias, ya que los delitos de los que se le acusa y por los que lleva encarcelado desde abril podrí­an alargar su estancia en prisión muchos años. Sin embargo, este ‘castigo ejemplar’ puede tener consecuencias en cuanto a su simbologí­a, por no hablar de la jurisprudencia que genera. Quién sabe, tal vez empecemos a encontrar la red llena de usuarios admitiendo su culpa y disculpándose. Será menos morboso, seguro, pero definitivamente más correcto que encontrarse el tradicional abanico de «trolls» en los comentarios y respuestas de todas las redes sociales.

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