Hace alrededor de un año que supimos que Apple había contratado a Jamie Carlson, ingeniero de Tesla, para desarrollar lo que sería su primer modelo de coche autónomo eléctrico. Pero, según Bloomberg, el proyecto ha concluido, disolviendo de esta forma el equipo de hasta mil personas que se encontraban trabajando en él.
Los participantes del proyecto han sido reubicados en otros departamentos de Apple o han abandonado directamente la empresa. Al parecer, Apple pretende abandonar el proyecto del coche en sí pero no de la tecnología que lo movería, por lo que se intuye que su intención es seguir desarrollándola con el fin de venderla o asociarse con algún importante fabricante de vehículos mundial. Pese a ello, Apple se ha fijado un plazo de tiempo definido para desarrollar esta tecnología, por lo que no se descartaría que, en el caso de que no consiguieran desarrollarla el proyecto, éste terminaría por abandonarse de forma definitiva.
El posible coche autónomo de Apple se iba a llamar Project Titan, y la idea de desarrollarlo surgió en 2014 con quizás, demasiadas pretensiones. Pero parece que no es la idea en sí la que ha sido un fracaso sino el trabajo del equipo encargado de desarrollarlo. Según Bloomberg, las constantes discusiones y la falta de acuerdo de la dirección para encauzar el proyecto han sido lo que lo ha condenado al más absoluto de los fracasos, dejándolo en un poco más que una simple ilusión.
Las fuentes aseguran que todos los problemas comenzaron con el ascenso a la dirección de Bob Mansfield al puesto de director, que decidió volcar todos los esfuerzos del equipo en desarrollar la tecnología de conducción autónoma, dejando a un lado el desarrollo del prototipo de coche como tal. Esta decisión no gustó al equipo de ingenieros que fueron abandonando el proyecto de forma masiva durante los meses de agosto y septiembre, protagonizando una fuga de cerebros que resintió al proyecto tanto, que terminó de matarlo. Otro de los motivos que parecen estar entre las causas de esta debacle es la llegada de un exempleado de BlackBerry y cofundador de QNX, Dan Dodge, quien no terminó de encajar en el proyecto dando más fuerzas aún a los rumores que apuntaban al fin del sueño de Apple de fabricar su propio coche.
Quizás estos problemas, sumados a la dificultad que ha debido encontrar la compañía de Cupertino para encontrar proveedores para las piezas de lo que hubiera sido una serie limitada de vehículos, hayan sido los que han acabado con el sueño de muchos «fan boys», de alto poder adquisitivo claro, que ya se veían así mismos montados en estos coches con el logo de la manzana como insignia.