Puede que un día estés tranquilamente descansando en tu jardín o tomando un café mientras contemplas el paisaje, y veas como un robot cuadrúpedo consigue escalar tu verja hasta saludarte gentilmente con una de sus cuatro patas. Aunque parece que estamos hablando de alguna película de terror, a modo de rebelión de las máquinas, lo cierto es que investigadores e ingenieros de Pensilvania lo han logrado y hasta le han puesto nombre a este invento: Minitaur.
Lógicamente, el escenario que hemos pintado es bastante más macabro de lo que realmente está proyectado. Los robots, tanto cuadrúpedos como bípedos, están siendo desarrollados como herramienta para ayudarnos en nuestro día a día y también en situaciones de rescate donde nosotros no podemos llegar de ninguna de las maneras. El gran problema en este sector, ahora mismo, es el elevado precio de desarrollo que tiene.
Minitaur, como así lo han llamado sus creadores, es un pequeño robot con cuatro patas que es capaz de hacer varias cosas muy interesantes. Desarrollado en el laboratorio de la Universidad de Pensilvania por Avik De y Gavin Kenneally, lo que han hecho es reducir su tamaño en comparación con otros que podemos encontrar en el mercado. Eso sí, que nadie se confunda, es pequeñito pero matón.
En el vídeo se puede ver a Minitaur en acción, de hecho, su movimiento nos recuerda a un perro. Eso sí, a un perro contento al que le falta solo la cola para girar sobre sí mismo. Es capaz de girar sobre sí mismo, subir escaleras, y hasta trepar una cerca no sin dificultad. Y ojo, gracias a que puede saltar cerca de medio metro, es capaz de darle a las manillas de las puertas para abrirlas.
Un diseño especial
Minitaur se diferencia del resto de su especie por el diseño que han hecho. Le han dotado de mucha autonomía en sus patas, es decir, cuenta con sensores para saber en qué terreno está trabajando y poder saber cuánta fuerza necesitará dependiendo de lo que le mandemos hacer. Así es como cada pata tiene un motor eléctrico que le permitirá correr hasta a dos metros por segundo, saltar casi medio metro, escalar vallas y hasta abrir algunas puertas dependiendo de la manilla que tengan.
Otro de sus puntos fuertes, es el software que acompaña a Minitaur, con lo que todavía lo hace más flexible. Así es como él sí puede llegar a otros sitios donde algunos robots se quedarían por el camino. De entrada apunta a ser una gran opción para las labores de rescate, misiones en el espacio y para las tareas militares. Eso sí, después de ver el vídeo, seguro que a muchos se les ocurren otro tipo de usos que no serían tan positivos.
En cuanto al diseño, lo han hecho más robusto y barato que el resto de su especie. Sus creadores esperan que si son capaces de hacer una producción en serie, el precio de cada uno sea algo superior a los 1.500 euros. El gran problema es que todavía no cuentan con una patente, con lo que sus creadores no pueden organizar un calendario para saber cuánto podría estar a la venta Minitaur.