El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha pedido en numerosas ocasiones información sobre los usuarios de Microsoft sin que estos tuvieran conocimiento. La compañía acusa al Departamento de Justicia de prohibirles informar a sus clientes de que sus datos se habían solicitado, lo que se considera anticonstitucional en la legislación estadounidense.
Contra la Constitución y contra las leyes de privacidad
Aparte de los problemas por los derechos establecidos en las Enmiendas Cuarta y Quinta de la Constitución de Estados Unidos, Microsoft considera que la actuación del Departamento de Justicia se apoya en la sección 2.705 (b) de la Ley de Privacidad de las Comunicaciones, que deja un margen excesivamente amplio para la actuación de las autoridades, y que se está aprovechando esa flexibilidad para ejercer un control excesivo sobre las empresas de tecnología y sus usuarios.
La empresa de Bill Gates ha declarado que los tribunales federales de Estados Unidos han emitido unas 2600 órdenes de confidencialidad en los últimos 18 meses, lo que supone en la práctica una prohibición a las empresas de comunicar a sus usuarios que están siendo investigados o espiados por los organismos gubernamentales. Y lo verdaderamente alarmante es que muchas de esas órdenes no tenían fecha de expiración, así que las empresas sujetas a ellas no podrán informar nunca a sus clientes.
El número de peticiones que ha recibido Microsoft para investigar a sus usuarios asciende a 5624, y aunque en la mayoría de los casos esos controles parecían justificadas por cuestiones de seguridad, la empresa considera que, de todas formas, el Departamento de Justicia ha sobrepasado límites constitucionales y vulnerado el derecho a la privacidad de sus clientes.
La rebelión de Microsoft se produce después de que las autoridades amenazaran a la empresa de acusarla de desacato (Microsoft había disputado una orden específica para un caso concreto y las autoridades lo consideraron improcedente).
La eterna lucha entre las compañías y el gobierno de Estados Unidos
Este no es el único caso de conflicto entre las grandes empresas tecnológicas y las instituciones gubernamentales de Estados Unidos, en un país donde resulta complicado establecer los límites entre las cuestiones de seguridad ciudadana y los derechos a la privacidad de los usuarios y de las comunicaciones en Internet.
El FBI ha presionado a compañías como Apple y Google para evitar que cifren su información, e incluso ha desbloqueado el iPhone del terrorista de California sin permiso ni ayuda de Apple.
Que les pasa ? No admiten competencia ? Los primeros que espian son los de microsoft !! Menudos hipocritas !! Con windows 10 saben hasta cuando te duchas…