Hace apenas unos días, éramos testigos de la renovación de la serie Galaxy A de Samsung. La compañía coreana ya tiene en el mercado los nuevos Samsung Galaxy A7 (2016) y Samsung Galaxy A5 (2016), dos smartphones de última generación que acaban de sacar unos resultados sorprendentes en sus primeras pruebas de rendimiento. El medio PhoneArena ha publicado hoy mismo un test de batería en el que ambos teléfonos terminan coronándose como auténticos monstruos en el apartado de la batería. El Samsung Galaxy A7 (2016), concretamente, sería uno de los móviles con mayor autonomía que podemos encontrar en el mercado.
Además de contar con una batería de larga duración (ahora vamos a entrar en el detalle de la prueba), el Samsung Galaxy A7 (2016) es una alternativa perfecta al actual buque insignia del catálogo, el Samsung Galaxy S6. Es el más grande de la familia, con una pantalla AMOLED de 5,5 pulgadas y una resolución de 1080p. Por fuera, es un teléfono que mucho nos recuerda a los grandes smartphones del fabricante, en este caso también con un toque metálico y un estilo elegante y distinguido. Pero no solo es bonito por fuera. El Samsung Galaxy A7 (2016) funciona a través de un procesador Exynos 7 de ocho núcleos y una memoria RAM de 2 GB. Destaca por contar con una cámara fotográfica de 13 megapíxeles y estar, como no puede ser de otra manera, muy bien preparado para la conectividad. Pero si de algo puede estar orgulloso el equipo de Samsung es de haber otorgado a este equipo una batería de iones de litio de 3.300 miliamperios.
El Samsung Galaxy A5 (2016), otro de los participantes en esta prueba, cuenta con una pantalla de 5,2 pulgadas, pero funciona con el mismo chip que su hermano mayor. Dispone de una cámara fotográfica idéntica y cuenta con bastantes características iguales, aunque en este caso, incluye una batería de 2.900 miliamperios.
El Samsung Galaxy A7 (2016) y el Samsung Galaxy A5 (2016) participaron de manera conjunta en la prueba y sacaron unas notas buenísimas. El primero consiguió una autonomía de 9 horas y 57 minutos, mientras que el segundo la ofreció de 9 horas y 55 minutos. Estamos hablando de una de las mayores duraciones que pueden conseguir los smartphones actuales. De hecho, en esta misma prueba, observamos el Samsung Galaxy Note 5 (9 horas y 11 minutos), el iPhone 6s Plus (9 horas y 11 minutos), el iPhone 6s (8 horas y 15 minutos), el Samsung Galaxy S6 (7 horas y 14 minutos) o el Sony Xperia Z5 (7 horas y 7 minutos), con tiempos siempre por debajo del potencial de los nuevos miembros de la serie A.
La prueba se hace del mismo modo para todos los dispositivos, emulando el típico uso que haríamos con un equipo de estas características y un brillo de 200 nits en la pantalla, una configuración aceptable para usar un móvil en interiores. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que en este test los dispositivos siempre tienen la pantalla encendida, cosa que no ocurre cuando hacemos un uso real. Esto significa que en nuestro bolsillo, el teléfono puede permanecer inactivo durante más tiempo y como resultado, la batería puede alargarse todavía más.