No nos despegamos del teléfono móvil. Nuestros dedos danzan por la pantalla a un ritmo vertiginoso mientras tecleamos whatsapps, a la par que leemos las últimas noticias y publicamos cosas curiosas en nuestras redes sociales. El mundo móvil nos absorbe. Algunos padecen lo que se llama nomofobia o lo que es lo mismo, una especie de angustia vital extrema que invade a los usuarios cuando no tienen cerca de su teléfono. ¿Pero, y los niños? En España, la edad media de adquisición del primer teléfono móvil está entre los 10 y los 12 años. Pero, ¿es conveniente? Nuestros nativos digitales tienen equipos táctiles a su alcance desde que nacen. Así, no es extraño verles deslizar el dedo por cualquier pantalla – sea cuál sea el artefacto que tengan en manos – o quedarse completamente absortos con las lucecitas de los equipos de sus progenitores. Pero, ¿es eso bueno? ¿Es saludable y recomendable? Pues parece que no. Diferentes estudios preconizan que el uso de dispositivos inteligentes puede ser perjudicial para el desarrollo de nuestros pequeños. A continuación, te damos cinco razones por las que, según los expertos, no deberías dejar el móvil a tus hijos.
1. Su cerebro está creciendo.
¿Sabías que durante sus dos primeros años de vida, el cerebro de los bebés duplica su tamaño? Luego crece a una velocidad de vértigo hasta los 21 años. La sobreexposición a los teléfonos móviles y en general, a los aparatos electrónicos, está asociada a trastornos como el déficit de atención, a retrasos cognitivos, mayor impulsividad y escasa capacidad de autocontrol.
2. La obesidad, otro riesgo.
Si has sido niño en los 60, 70 u 80 estamos seguros de que salías a jugar a la calle mucho más de lo que lo hacen tus hijos ahora. Antes corríamos y saltábamos todo lo que podíamos, ahora las cosas han cambiado. Los estudios (Tremblay, 2005) confirman que la obesidad infantil está directamente relacionada con el aumento del tiempo que dedicamos a ver la televisión y a usar todo tipo de pantallitas en el sofá. La obesidad, además de ser un problema en sí misma, desemboca en otras enfermedades como la diabetes, los derrames cerebrales o los ataques al corazón.
3. Falta de sueño.
¿Qué hacen tus hijos cuando se encierran en su habitación? ¿Tienen televisión propia? ¿Les dejas el móvil para que concilien el sueño con su videojuego favorito? No hace falta decir que nada como una buena lectura – en papel – para irse a la cama, además del cariño y la presencia de los padres. Un estudio de Kaiser Foundation (2010) confirma que el 75% de los niños acceden a la tecnología cuando están en su cuarto y que casi un 60% de los padres no realizan supervisión alguna. En otras ocasiones ya hemos visto que usar el móvil en la cama es malo para conciliar el sueño. Si lo es para los adultos, ¿cómo no lo va a ser para los más pequeños?
4. Agresividad.
Y ahora vayamos al contenido. ¿Qué ven tus hijos en el móvil? Los medios de comunicación muestran de forma desmedida todo tipo imágenes violentas. En Estados Unidos, la violencia televisada – ya sea través de pantallas en el hogar o móviles y tabletas de bolsillo – ha sido etiquetada como un riesgo para la salud pública. Si no quieres impedir que tus hijos usen el teléfono, controla, en todo caso, qué aplicaciones descargan y a qué paginas tienen acceso.
5. Radiación.
El eterno debate sobre la radiación golpea de nuevo. La Organización Mundial de la Salud (mayo de 2011) clasificó los aparatos de telefonía móvil en la categoría de riesgo 2B como posibles agentes cancerígenos. Por si esto fuera poco el Ministerio de Sanidad de Canadá hizo la indicación de que los niños pueden ser más sensibles que los adultos, al estar su cerebro, como decíamos al principio, en pleno proceso de crecimiento y desarrollo. La clasificación de la OMS cambió en 2013, de modo que los teléfonos se encuentran ahora en la categoría de riesgo 2A como agente cancerígeno probable.
Y ahora, cuéntanos… ¿qué relación tienen tus hijos con los teléfonos móviles? ¿Tienes alguna regla para limitar el uso de este tipo de dispositivos en casa o todo lo contrario?
Por suerte mis hijos y mis nietos, son una mosca blanca en el pastel, tienen sus celulares tan solo como herramients de comunicación y poco más, son los cinco libro adictos como dice su madre y se lo han trasmitido a sus nietos los que a pesar de que el mayor tiene 13 años ya se ha creado una biblioteca de ejemplares en papel bastante grande que comparte con sus primos, ahora verenos si ellos logran pasar su afición a sus hijos, visto la intromisión cada vez mayor de los aparatos electrónicos en nuestra vida diaria