Canon ha presentado una nueva cámara que se suma a su gama PowerShot G de compactas de gama alta. La Canon PowerShot G3 X está dirigida a aficionados exigentes o fotógrafos más experimentados que buscan una segunda cámara más manejable. Este modelo en concreto tiene la particularidad de contar con una lente superzoom, lo que no la hace tan compacta como otros modelos de la serie, por ejemplo la Canon PowerShot G7 X que probamos hace varios meses. A cambio nos ofrece la posibilidad de encuadrar objetos lejanos sin tener que acercarnos, muy útil en fotografía de naturaleza y acción. Integra un sensor retroiluminado que se combina con un procesador de imagen avanzado y promete imágenes muy detalladas aunque las condiciones de luz no sean las mejores. La Canon PowerShot G3 X tampoco se deja de lado el vídeo y permite muchas opciones de control manual como en cámaras más avanzadas.
Canon apuesta por las ventajas de poder llevar un superzoom a todas partes. La lente de la Canon PowerShot G3 X tiene una distancia focal equivalente a 8-220 milímetros, o dicho de otro modo, 25 aumentos. Además es muy luminosa, con una apertura variable que va de f/2.8 a f5.6. El diafragma es de nueve palas, pensado para conseguir efectos de desenfoque (bokeh) más suavizados. Si nos vamos al interior de la cámara encontraremos un sensor CMOS retroiluminado de tipo 1.0. La resolución es de 20,2 megapíxeles y va acompañado de un procesador de imagen DIGIC 6. La tecnología HS System se encarga de mantener el detalle en escenas con poca luz, así como mantener el ruido a raya en sensibilidades altas (el máximo es 12.800 ISO). La Canon PowerShot G3 X también puede presumir de rapidez, disparando imágenes en ráfaga a una frecuencia de 5,9 fotogramas por segundo. Canon asegura que su enfoque de 31 zonas también es muy rápido, aunque tendremos que esperar a tenerla en nuestras manos para corroborarlo.
Como ya hemos adelantado, este modelo ofrece muchas funciones de vídeo. Graba en calidad FullHD a 24 o 60 fotogramas por segundo, lleva estabilizador de cinco ejes y tiene muchos modos de grabación, incluyendo uno manual en el que se pueden controlar todos los parámetros, igual que en las cámaras más avanzadas. Canon incluye un par de funciones específicas para vídeo como los clips cortos o las historias destacadas, que crea un vídeo a partir de nuestras fotos. Integra conexión HDMI y un micrófono de alta calidad, pero si se desea se pueden acoplar más accesorios a través de la zapata superior. Hablando de accesorios, Canon mantiene el flash emergente tipo pop-up que ya conocíamos por otros modelos de la gama, pero también da la opción de acoplar uno externo.
Viene con suficientes botones y diales como para prescindir del uso de la pantalla táctil, pero es una función que siempre se agradece. El panel es abatible y no podía faltar la mención a las dichosas selfies, pero también será muy práctico a la hora de disparar desde ángulos complicados. El precio confirmado para España es de 980 euros.