En concreto, de su buque insignia y principal propuesta para este 2015. El HTC One M9 va camino de convertirse en un fracaso con mayúsculas (si no lo es ya) y el margen de maniobra de la compañía taiwanesa no es tan amplio como el de otras marcas más fuertes. Este descenso a casi la mitad de las ventas del M9 respecto a su predecesor pone en entredicho la estrategia de la firma, que no ha sabido mantener su lugar en el mercado (hace cuatro años contaba con una cuota de mercado del 10% y ahora apenas llega al 2%). Y por si fuera poco, el empuje de las marcas chinas como Meizu o Xiaomi amenazan seriamente la viabilidad de su negocio. ¿Estamos ante el comienzo del fin de HTC?
Se avecinan tiempos muy duros para HTC. Su terminal insignia, el HTC One M9, se presentó de manera oficial en el pasado Mobile World Congress de Barcelona (aunque antes ya nos habían llegado todos sus detalles técnicos). Un smartphone de bandera, con una de las mejores cámaras del mercado y el diseño característico que ha popularizado esta firma. No obstante, ése es el principal problema. Fuera de la cámara, apenas se ha innovado en este lanzamiento y casi se podría considerar una actualización de su HTC One M8. Una situación, por cierto, similar a la que está viviendo Sony con sus lanzamientos del Xperia Z, demasiado cercanos en el tiempo.
Y las consecuencias no se han hecho esperar. Desde su lanzamiento, el HTC One M9 lleva un ritmo de ventas que está un 49% por debajo de lo que consiguió su antecesor. Un fracaso en toda regla que ha llevado a la compañía a recortar sus previsiones de ingresos totales en un 30% durante este segundo trimestre y ha debido frenar la producción de estos teléfonos en un tercio. Como era de esperar, estas noticias han tenido un rápido reflejo en la Bolsa. Ayer lunes las acciones de la firma se desplomaron prácticamente un 10%, en lo que ha supuesto la mayor caída de su historia. Y el futuro no deja mucho lugar para la esperanza.
HTC es una de las compañías que más están sufriendo el empuje de los nuevos actores del mercado. Firmas chinas como Meizu o Xiaomi que juegan con grandes volúmenes de ventas y márgenes de beneficios muy pequeños. Pero es que además, estas firmas han comenzado a lanzar terminales de gama alta y muy bien terminados con precios realmente bajos. Una política contra la que es difícil que compita HTC, que lleva de capa caída varios años. Al principio de la explosión de Android, la firma taiwanesa llegó a destacarse como uno de los fabricantes más importantes del universo Android con un 10% de cuota del mercado. No obstante, desde entonces ha caído hasta un triste 2%.
Desde las propias entrañas de la firma se ven como inevitables los recortes y los despidos masivos en las próximas fechas. Aunque todavía es pronto, la sombra del caso Nokia (el gigante finés que en pocos años pasó de primer fabricante a ser adquirida por Microsoft) ya comienza a planear sobre esta empresa y muchos se preguntan por su viabilidad en el futuro próximo.
