samsung galaxy s6 edge 01

Parece que al que le ha tocado padecer un auténtico calvario en esta Semana Santa es al Samsung Galaxy S6 Edge, uno de los últimos productos que la compañí­a Samsung ha dado a conocer en el mercado de la telefoní­a móvil inteligente. Se trata, como sabes, de un equipo que hereda parte de las caracterí­sticas del Samsung Galaxy S6, pero que además, incluye una pantalla curvada que se extiende hacia los dos lados y que lo convierte en un smartphone verdaderamente especial. Ayer mismo vimos como el Samsung Galaxy S6 Edge resistí­a la ira de una mujer que lo estrellaba hasta en tres ocasiones contra el suelo. Hoy sabemos que el equipo también es capaz de aguantar estoicamente una inmersión de hasta 20 largos minutos. Esta es, como verás, la última prueba a la que ha tenido que enfrentarse el nuevo equipo con pantalla flexible del gigante coreano…

Pero, ¿qué tiene de especial todo esto? Pues bien, te diremos que si no has estado atento a todas las novedades que han girado en torno a los nuevos buques insignia de Samsung, quizá te hayas perdido el hecho de que los flamantes Samsung Galaxy S6 y Samsung Galaxy S6 Edge, a diferencia de su antecesor, el Samsung Galaxy S5, no sean resistentes al agua. Lamentablemente, ninguno de los equipos cuenta con la certificación correspondiente para resistir los pequeños accidentes cotidianos que podrí­an poner los lí­quidos en contacto con los circuitos internos de estos valiosos equipos. Es precisamente por este motivo que el medio TechSmartt se puso manos a la obra para comprobar qué pasaba tras enfrentar el Samsung Galaxy S6 al reto del agua. Así­, el Samsung Galaxy S6 Edge fue sumergido en un recipiente transparente con agua. Con el cronómetro en marcha, lo que pretendí­a este equipo era comprobar cuál era la resistencia real del equipo, muy a pesar de no contar con ninguna certificación.

Los responsables de este experimento concluyeron que el Samsung Galaxy S6 Edge era, sorprendentemente, capaz de aguantar hasta 20 minutos sin apagarse ni sufrir daños irreparables. Se trata, sin duda, de un tiempo muy superior a lo que podrí­a ofrecer un equipo con resistencia oficial al agua. Es cierto, sin embargo, que tras sacar el teléfono de tan pernicioso lí­quido y secarlo bien, el Samsung Galaxy S6 Edge siguió funcionando correctamente, aunque no del todo. Quedó un poco de agua en la cámara frontal y empezó a sufrir algunos problemas de reinicios espontáneos y fallos de arranque. Conviene tener en cuenta, pues, que a pesar de ofrecer una buena resistencia, lo más conveniente serí­a no bañarse (nunca) con el Samsung Galaxy S6 Edge ni exponerlo en entornos con demasiada humedad. El experimento, sin embargo, nos da pistas sobre el nivel de resistencia de este dispositivo tras sufrir salpicaduras de agua o accidentes de inmersión cotidianos, siempre, eso sí­, de muy corta duración.

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