Todos teníamos la esperanza de que Samsung mostrara en el Mobile World Congress de Barcelona su nuevo smartwatch. A diferencia de otros fabricantes, que aprovecharon el evento para presentar sus próximos wereables, la surcoreana nos dejó con la miel en los labios. Tiempo al tiempo. El nuevo reloj inteligente de Samsung podría llegar para el próximo otoño y contaría con algunas de las características más innovadoras en este tipo de dispositivos.
Según nos informan desde SamMobile, el por ahora llamado Orbis equiparía el mismo procesador que llevan los Galaxy S6 y Galaxy S6 Edge, es decir, un Exynos 7420. Hay que tener en cuenta que se trata de un chip de ocho núcleos, que no tiene nada que ver con el Qualcomm Snapdragon 400 de doble núcleo que se encuentra en el último Gear S. ¿Por qué colocar un procesador de ocho núcleos en un dispositivo tan pequeño como es un smartwatch? ¿Cuál sería el propósito de la compañía? La respuesta es sencilla: «la vida de la batería». El Gear S de Samsung dura de uno a dos días haciendo un uso normal. Si la compañía introduce el nuevo procesador en su reloj, los usuarios podrán disfrutar de hasta cinco días de batería extra gracias al nuevo modo de ahorro que ya hemos visto en sus buques insignia.
Este nuevo modo de ahorro de batería, nos imposibilitaría hacer uso de algunas funciones que consumen mucha autonomía, pero sí nos permitiría seguir utilizando las básicas. De este modo, podríamos usar el dispositivo durante bastantes horas más sin necesidad de tener que cargarlo. Por otro lado, y a diferencia de los modelos anteriores, el nuevo reloj inteligente de Samsung contaría con un diseño mucho más elegante. De hecho, su esfera sería redonda y tendría funciones inteligentes, logrando que el usuario pudiera acceder a sus diferentes prestaciones girando el anillo de una determinada manera.
Pero además, una patente registrada el pasado mes de mayo sobre el reloj, describe un dispositivo mucho más versátil, que, incluso, nos daría la posibilidad de poder llevarlo colgado en el cuello, como un llavero o hasta en el propio brazo. El sistema operativo elegido no sería Android Wear, si no Tizen. La firma asiática volvería a confiar en su plataforma para que gobernara al nuevo reloj. La patente también dejó al descubierto el regreso de una cámara, de la que Samsung prescindió en sus modelos anteriores, gracias a la cual podremos traducir algunos textos o conocer los precios de productos. El reloj también dispondría de otras características, como por ejemplo de control por gestos.
Aún nos queda para conocer finalmente cómo lucirá el nuevo dispositivo. Samsung tiene mucho tiempo por delante para poder superar a uno de sus principales rivales, el Apple Watch, que se pondrá a la venta en algunos países del mundo el próximo 24 de abril. El nuevo reloj inteligente de la firma de Cupertino llegará en tres versiones diferentes, aunque el usuario podrá personalizarlo a su gusto, ya que estará disponible en dos tamaños de esfera diferentes (38 y 42 mm) y correas intercambiables.