¿Quién no se ha tirado de los pelos cuando su móvil muestra un 1% de batería en un momento en el que no tenemos un enchufe cerca? Es sólo un ejemplo práctico de las limitaciones que viven los usuarios de manera habitual con las baterías de ion-litio. Este tipo de baterías están presentes en todo tipo de dispositivos eléctricos, desde smartphones hasta aspiradores robot y coches eléctricos. Este panorama está provocando muchos desarrollos alternativos de baterías que superen esta limitación, pero de momento ninguna ha aterrizado en el mercado. Una de las propuestas más maduras es la de Sakti3, la cristalización de un grupo de la Universidad de Michigan que está probando ya baterías de estado sólido que casi doblan la autonomía de las baterías tradicionales. Una iniciativa que ha recibido un apoyo crucial, el de la empresa británica Dyson.
Dyson ha decidido invertir 15 millones de dólares en Sakti3. La compañía sajona siempre se ha caracterizado por su buen olfato a la hora de buscar tecnologías que puedan revolucionar el mercado y es un referente en la creación de aspiradores sin bolsas con diseños realmente modernos y rompedores. Las baterías de ion-litio se han convertido en estos años en la solución para almacenar la energía que utilizan numerosos equipos electrónicos que utilizamos habitualmente. No obstante, resulta bastante claro que no llegan a satisfacer las necesidades de los usuarios actuales. El avance de la tecnología es muy rápido, mucho más de lo que permite el desarrollo de estas baterías, que han conseguido variar muy poco su densidad en estos años.
La spin-off Sakti3 nació en el año 2007 a través de la Universidad de Michigan y desde entonces ha venido desarrollando una tecnología alternativa para crear baterías de estado sólido que puedan aumentar notablemente la capacidad de las baterías tradicionales. En concreto, se anuncia que estas baterías son capaces de almacenar más de 1.000 watts por hora y litro, frente a los 620 watts por hora y litro de las baterías de ion-litio. Según las propias palabras de James Dyson, fundador de la compañía británica, «Sakti3 ha conseguido saltos en el rendimiento a los que la tecnología actual de las baterías no puede llegar«. La colaboración entre las dos compañías puede llevar a nuevas oportunidades para comercializar esta tecnología y facilitar el proceso de desembarco en el mercado. Por cierto, estas baterías llegarán en un primer estadio a los productos de Dyson, un empuje que será clave para que la empresa británica siga encabezando el mercado de la innovación y ofrezca aspiradoras y robots con una autonomía mejorada.
Pero no sólo hay que pensar en aspiradoras. Estas baterías también se pueden convertir en una tecnología clave en el mundo de los automóviles. En concreto, de los coches eléctricos. Y es que uno de los aspectos que está ralentizando la adopción de los coches eléctricos es su autonomía. Algo que podría cambiar y mucho si se consiguen vehículos capaces de ofrecer 800 kilómetros de autonomía con una carga. Y en el mundo de los smartphones y los tablets, que sufren importantes limitaciones en el tiempo de uso. ¿Y para cuándo empezará la producción comercial? De momento, las pruebas de prototipos funcionales comenzaron el año pasado. Es posible que esta tecnología llegue al mercado en un par de años o incluso el año que viene, aunque habrá que ver cómo se desarrolla la propuesta.