coche iphone

Apple ha registrado una patente que demuestra el interés que tiene la firma en el sector de la automoción. Ya en marzo del pasado año sorprendieron con CarPlay, un sistema mediante el cual los usuarios pueden interactuar con sus dispositivos Apple en sus vehí­culos a través de Siri. Así­, con una sola palabra o un suave toque con el dedo, los usuarios pueden hacer llamadas, consultar mapas o solicitar una canción, entre otras muchas posibilidades. CarPlay, por así­ decirlo, fue el pistoletazo de salida a un mundo más cómodo al volante en el que Apple aún tiene mucho que decir. La nueva patente registrada es un claro ejemplo de ello.

Lo que ahora busca la firma, es convertir un iPhone en un mando a distancia, o lo que es lo mismo, que el iPhone y el coche puedan estar completamente sincronizados para poder realizar algunas funciones con el teléfono a distancia mediante bluetooth. Esto significa, que en un futuro podrí­amos abrir o cerrar el coche con el smartphone, o, incluso, conocer donde se encuentra aparcado, en caso de ser algo despistados y no recordar donde lo dejamos estacionado. Pero las posibilidades que se conseguirí­an irí­an aún más allá. También podrí­amos encender o apagar el motor una vez dentro del coche.

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La patente, que fue registrada en el año 2011 fue aprobada ayer martes y aún se encontrarí­a en una fase muy temprana, aunque con suerte en no demasiado tiempo la podrí­amos ver aplicada en una de las próximas generaciones de iPhone. Por otro lado, es muy probable que esta patente, de acabar usándose, sea utilizada en CarPlay. La idea no es algo nuevo, podemos decir, además, que firmas como BMW ya emplean algo similar en sus vehí­culos. En su caso, la alemana cuenta con un dispositivo a través del cual se puede aparcar cómodamente su BMW i3, un vehí­culo electrónico, que cuenta con una carrocerí­a de fibra de carbono con la que se consigue consumir menos energí­a.

La obsesión de Apple con los coches y sus sistemas inteligentes se remontan desde hace bastante tiempo. De hecho, hace unos años conocimos que Steve Jobs tení­a entre sus planes crear un vehí­culo que reflejara toda la esencia de la compañí­a en cuatro ruedas. El famoso iCar, cuyo prototipo nació fruto de la colaboración de la firma con uno de los mayores fabricantes de automovilí­stica del mundo: Volkswagen. Jobs no pudo ver cumplido su sueño de entrar en la industria automotriz y desconocemos si finalmente Tim Cook acabará cumpliéndolo. De momento, parece que tienen bastantes planes para seguir adentrándose en este campo. Se trata de una decisión inteligente, sobre todo si tenemos en cuenta que todos los informes coinciden en que para el próximo año más de 200 millones de coches tendrán acceso a Internet.

Está claro, que el futuro estará lleno de coches inteligentes que nos harán el dí­a a dí­a más cómodo y que velarán por nuestra seguridad. La conducción autónoma, con iCar o sin iCar, empezará a ser una realidad y muy posiblemente al alcance de todos. Sobre esto, las japonesas Nissan y Toyota llevan años trabajando en este tema, pero de momento es Mercedes con su Clase S la que dispone de un cuatro ruedas que hace la conducción más relajada, aunque por ahora no permite aún que podamos soltar el volante. Tiempo al tiempo.

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