Como ya sabréis, Sony Pictures sufrió un ataque informático hace unos días en el que se robó multitud de información confidencial. Los responsables del hackeo, que se hacían llamar a sí mismos «Los guardianes de la paz«, dejaron bloqueados los ordenadores de la compañía. Al parecer, si el estudio cinematográfico no atiende a las peticiones de estos ciberdelincuentes, se irán revelando progresivamente los 11.000 gigabytes de información que tienen en datos de la compañía.
En las últimas horas se han filtrado cinco copias en DVD Screener de los próximos estrenos de la empresa. Los títulos son: Still Alice, Mr Turner, Annie y To Write Love On Her Arms. Sólo una de las películas se había estrenado ya en Estados Unidos, Fury, un film protagonizado por Brad Pitt. De hecho, está siendo la segunda película más descargada en la página The Pirate Bay.
Todas ellas cuentan con una marca de agua que muestran que pertenecen a Sony Pictures. Los estudios suelen entregar este tipo de copias a los jurados de premios para la evaluación de la misma. Según TorrentFreak, un grupo en Reddit está recopilando los datos que se han liberado, incluyendo información de los pasaportes de elencos y equipos de realización de algunas películas, documentos del sistema informático, así como información financiera.
A pesar de que Sony ha tratado de restablecer la normalidad en sus servidores, todavía no se han hecho con el control. La situación está alcanzando unas dimensiones exageradas, ya que no sólo se han filtrado películas, si no mensajes de correo privados e información sensible de otro tipo. Lo peor de todo es que la empresa japonesa mantiene a Sony Pictures como una de las bases de su negocio y si sigue así podría causar graves problemas.
Algunos medios como The Verge, mantienen que los culpables residen en terreno norcoreano y aseguran que el ataque ha sido perpetrado por hackers relacionados con el gobierno que dirige Pyongyang. La razón por la que habrían realizado este hackeo se debería a The Interview, una película producida por Sony Pictures y protagonizada por James Franco y Seth Rogen, en la que ambos, periodistas reclutados por la CIA, forman parte de un complot para asesinar a Kim Jong-un, el dictador de Corea del Norte.
En agosto, la compañía ya informó que había decidido alterar ciertas partes de la película, para que las autoridades norcoreanas no se ofendieran. Asimismo, debería haber llegado a los cines en octubre, pero Sony decidió retrasarla sin dar explicación. Esta información resulta de lo más lógica, ya que este film, a pesar de ser una comedia, podría no haber sentado bien al régimen norcoreano. La película se estrenaría en 2015 y, por lo que parece, se les ha ido de las manos la ridiculización de Kim Jong-un.
Además, no sería la primera vez que Corea del Norte intenta atentar de manera online contra territorios extranjeros. Igualmente, tal y como señalan en Re/code, cadenas de televisión del propio país, así como el sistema de cajeros automáticos del mismo, se vieron afectados por un ataque informático similar.