La Oficina de Investigación Naval ha publicado este fin de semana un vídeo de unas pruebas realizadas en agosto. En ellas aparecen cinco «barcas drones» realizando una maniobra de ataque “en enjambre” a un objetivo falso. “La Marina de los Estados Unidos está lanzándose a una nueva era de protección de buques”, señala la voz del vídeo.
Controlados por lo que el organismo llama una Arquitectura de Control Para Comandar y Ubicar Agentes Robóticos, una flota de más de una docena de pequeños barcos sin tripulación atraviesan el James River de Virginia, estableciendo un perímetro de protección en torno a un buque científico de la Marina. Cuando se detecta la supuesta amenaza, cinco de estos drones se separan de la formación para hacerle frente.
“Si hubiese sido un ataque real, sería muy intimidante ver a esos cinco barcos ir directos hacia mí”, declaraba Sam Calabrese, piloto de la nave que simulaba atacar al barco. Uno de los desarrolladores se refirió a los buques robot como “perros guardianes”, que pueden nadar en torno a una fragata y detectar amenazas antes de que entren siquiera en su rango de acción. Como perros guardianes, los barcos robots “razonarían”, y su software les diría cuál es la mejor ruta para que cada drone intercepte el objetivo.
Además, también se podrían armar para abrir fuego sobre los adversarios, pero el control de las armas seguiría estando en manos de los marineros del barco que acompañasen o custodiasen. El sistema también supone un ahorro para la Marina, porque no se tienen que construir embarcaciones especiales. Los barcos usados en la demostración de agosto (que vemos en el vídeo), salieron del inventario de barcos ya existentes. “Cualquier buque puede ser adaptado para operar autónomamente o en conjunto para neutralizar una amenaza”, tal y como señalan en el vídeo.
El software, en principio, se había diseñado para la NASA y lo iba a equipar el Rover de Marte. La Marina lanzó el film justo una semana antes del 14 aniversario del ataque terrorista que destruyó el USS Cole en Yemen, llevándose la vida de 17 marineros norteamericanos. El Cole fue atacado por un pequeño barco armado con explosivos, que hizo un agujero de 12 x 18 metros en el lateral del casco al detonar.
Éste es el tipo de ataque que los oficiales de la Marina creen que unos drones sin piloto podrían evitar, sin poner en riesgo la vida de los marineros. “El ataque al Cole no ha sido la única motivación para desarrollar buques de navegación autónoma, pero sí que ha sido el motivo subyacente en nuestros corazones y mentes”, declaraba el Almirante Matthew Klunder, jefe de investigación naval.
“Si el Cole hubiese estado apoyado por buques así, el ataque se hubiese evitado mucho antes de que se acercase a nuestros hombres y mujeres a bordo”. La publicación de la Marina estadounidense indica que los drones también podrían tener un papel crucial a la hora de defender los puertos. La Guardia Costera tomó parte en las pruebas realizadas en agosto.