¿Pensando en adquirir una prenda inteligente? Te presentamos a Nixie, un drone que se lanza desde tu muñeca con control remoto. Este extraño werable cuenta con una cámara con la que podrás hacer selfies, por lo que es perfecto para los amantes de este tipo de fotografías.
Por el momento, el equipo se encuentra en fase de desarrollo, por lo que todavía es peligroso acercárselo a la cara. «El proyecto comenzó como un principio de gafas inteligentes, aunque ahora han evolucionado y se han convertido en un mini helicóptero que se sitúa en la muñeca y hace selfies», explica su creador.
El creador del aparato, Christoph Kohstall, pretende que el usuario indique al drone cuándo tiene que volar mediante un gesto. Entonces, el mini avión no tripulado sería capaz de reconocer dónde está parado exactamente el consumidor, hacerle una foto y, finalmente, volver a la muñeca. Se podría decir que el helicóptero es una especie de boomerang paparazzi del futuro.
Como podréis imaginar, todavía le quedan varios meses (incluso años) para poder desarrollar toda esta tecnología al completo. Pero si lo hacen bien, Nixie se puede convertir en todo un éxito de ventas. Después de todo, el adaptador para la GoPro que hace que una selfie se tome desde más lejos está triunfando entre el público, ¿Por qué no iba a hacerlo este curioso aparato?
Es verdad que utilizarlo podría ser mucho más complicado que enganchar un palo extensible a una cámara, pero con un par de movimientos las fotos se podrían tomar desde mucho más lejos que con la GoPro. Sin embargo, el fallo está en que puede ser peligroso en una zona muy concurrida.
Con las cámaras tradicionales, los fotógrafos tienen que interrumpir el momento de tomar instantáneas. Además, los controles requieren que se ejecuten de forma manual, por lo que Nixie podría ser muy útil en casos en los que la velocidad es fundamental. Este drone puede estar grabando durante varios minutos cualquier vídeo, realizar panorámicas, selfies o cualquier otro tipo de fotografía que desees. Y todo ello sin utilizar las manos.
Sus creadores explican que en determinadas situaciones como, por ejemplo, en deportes extremos como el montañismo o cuando es difícil sacar un autorretrato, este invento puede ser una solución artística para «captar ese instante decisivo» del que hablaba Cartier-Bresson. El aparato está hecho de material flexible, pero resistente, para que sirva también en situaciones extremas. Además, resulta muy sencillo ponerlo y quitarlo de la muñeca, así como lanzarlo al aire.
Todo comenzó cuando Intel desafió a varias personas a participar en su competición MIW (Make It Wearable). Para concursar, tenían que desarrollar una gran idea que supusiera una revolución en el mundo de los wearables. Así, se seleccionaron diez grupos de jóvenes talentos, emprendedores y desarrolladores, que tenían que presentar sus propuestas como un prototipo comercializable. El premio para el que gane este concurso es de 500.000 dólares (unos 400.000 euros) para poner en marcha el dispositivo. Por el momento, todo lo que sabemos es que Nixie es uno de los proyectos finalistas.
Sin embargo, todavía tendremos que esperar un mes aproximadamente para ver quién es el ganador del concurso.