Las prestaciones de las cámaras de los smartphones no son siempre todo lo avanzadas que uno desearía. A veces hace falta un zoom óptico más largo, que aporte una mayor flexibilidad de disparo en distintas situaciones. En otras ocasiones tampoco viene mal que la cámara incorpore un estabilizador óptico de imagen, que corrija los movimientos ligeros de las manos. Así, no es de extrañar que se hayan inventado cámaras externas como accesorios para teléfonos móviles. Se fijan mediante adaptadores, brazos y fundas al smartphone e incluso algunas pueden funcionar con tabletas. Por fuera parecen un objetivo, pero en realidad son una completa cámara con prestaciones similares a las mejores compactas del mercado. Pueden tomar fotografías y grabar vídeos e incluyen funciones y controles propios de las cámaras réflex. Por ejemplo, permiten ajustar otros parámetros como el balance de blancos.
Son las llamadas cámaras de tipo lente, como las de la familia QX de Sony. El fabricante nipón lanzaba sus primeros modelos en el año 2013: DSC-QX10 y DSC-QX100. La más sencilla es la Sony DSC-QX10, que cuesta 200 euros, y el precio de venta al público de la Sony DSC-QX100 asciende a 450 euros. Ambas son aptas para completar a dispositivos móviles Android o para acompañar a un iPhone o a un iPad. Ahora acaba de conocerse que la compañía japonesa está preparando una nueva cámara QX con mejores prestaciones que las actuales, que destaca por su zoom óptico de 30x. Eso va a permitir mantener la calidad de imagen a lo largo de todo el alcance del zoom, sin que se degrade. Esos 30 aumentos ayudan a capturar imágenes de sujetos alejados con gran detalle, y también son útiles para realizar retratos.
Ese rumor sobre la nueva cámara de tipo lente dentro de la gama QX con un zoom óptico de 30 aumentos acaba publicarse en Sonyalpharumors. Supondría una clara mejora respecto a los modelos actualmente a la venta. Hay que tener en cuenta que la Sony DSC-QX100 incorpora un objetivo Zeiss Vario-Sonnar T F1.8 con un zoom óptico de 3,6x junto con un sensor CMOS Exmor R de 1 pulgada capaz de capturar 20,2 megapíxeles. Por su parte, la Sony DSC-QX10 tiene un objetivo Sony G con un zoom óptico de 10x y un sensor CMOS Exmor R de 18,1 megapíxeles. Ambas integran un potente procesador de imagen BIONZ y un estabilizador óptico de imagen con el sistema SteadyShot de la marca.
Las dos pueden grabar vídeos en formato MP4 con una resolución de 1.440 por 1.080 píxeles a 30 fps (cuadros por segundo). Las imágenes se almacenan en tarjetas de memoria, que pueden ser Memory Stick Micro, microSD, microSDHC y microSDXC. Aparte, cuentan con un puerto USB 2.0 con conector micro. Pero además disponen de capacidad de comunicación inalámbrica mediante Wi-Fi. A esto hay que añadir la tecnología NFC (Near Field Comunications) para conseguir una conexión rápida con dispositivos compatibles. A pesar de todo, estas cámaras de tipo lente no aportan demasiado peso extra al smartphone. La Sony DSC-QX10 pesa 105 gramos (con la batería y una tarjeta Memory Stick Micro incluidas), y el de la Sony DSC-QX100 es 179 gramos.
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