Que la red social Facebook vive de la publicidad no se le escapa a nadie. Que les va muy bien con ello, a juzgar por los resultados económicos y por la cantidad de publicidad existente, también parece evidente. Ahora, además, interesantes consejos publicitarios en vídeo se incorporarán tanto a la versión móvil como a la de escritorio, a mayor gloria de los chicos de Mark Zuckerberg.
Según informa The Wall Street Journal, los vídeos se reproducirán automáticamente en ambas versiones, de modo que cuando recibas una notificación con un comentario en tu muro y entres un instante en la app para pulsar «Me gusta», es posible que tengas que tragarte primero un anuncio de bebidas refrescantes, seguros de moto o, peor aún, ¡el de la lotería de Navidad! Para compensar las molestias a sus usuarios y demostrar que son una empresa que se preocupa por los demás, también ha creado un nuevo botón para facilitar donaciones a ONGs.
Durante los últimos tiempos, Facebook ha ido probando la reproducción automática de vídeo en ambas versiones, tanto en la de escritorio como en la app para diferentes sistemas operativos móviles. Se supone que en un intento de que la experiencia de usuario se vea enriquecida, aunque no está claro si la del usuario o la de la propia compañía. Al usuario no le aporta gran cosa una función así (y puede resultar bastante molesta), mientras que a Facebook le ha servido para experimentar con esta función de cara a usarla comercialmente. En el caso de la versión para móviles, se puede desactivar la reproducción automática de vídeos si no disponemos de una conexión wifi. Está por ver si este ajuste de configuración es también válido para los anuncios o si, además de esperar 15 segundos para acceder a alguna página, también nos costará consumir parte de nuestra tarifa de datos.
Al parecer, uno de los primeros spots en este nuevo formato podría ser un trailer de la película Divergent, que se estrenará en marzo. El spot duraría 15 segundos que los 1.200 millones de usuarios de la mayor red social podrían disfrutar mientras intentan felicitar el cumpleaños a un amigo, comentar las fotos de las vacaciones de un familiar o, simplemente, ver qué está pasando entre sus contactos hoy.

Mark Zuckerberg, escuchando a sus usuarios. ¿O es un vídeo publicitario que se ha activado por error en su móvil?
Los resultados de Facebook este año están siendo espectaculares. En el tercer trimestre de este año obtuvo unos ingresos de 2.000 millones de dólares (unos 1.450 millones de euros), de los que 425 millones de dólares (algo más de 300 millones) son beneficios. La compañía y los accionistas están, claro está, encantados y la compañía está disparada en bolsa. Tras un estreno que no fue tan brillante como se esperaba hace un par de años, ahora la compañía ha superado con creces el precio que se esperaba para su salida. Es decir, ha demostrado con hechos lo que el mercado no se creía: que es una compañía capaz de generar ingresos y de encontrar un modelo de negocio sólido.
El gran riesgo para Facebook es esa necesidad de algunas empresas de que sus beneficios aumenten indefinidamente a un ritmo altísimo. Sus usuarios han demostrado aceptar con resignación la publicidad convencional, la que se incluye entre las actualizaciones de estado de sus contactos y fanpages de forma que se puede confundir con estos y, ahora, la publicidad en vídeo en un formato que parece ser bastante intrusivo. El problema es que los usuarios tienen un límite y, aunque está por ver cuál es el umbral de tolerancia de los usuarios de Facebook a la publicidad, el camino que sigue la compañía es el de averiguarlo por las bravas: saturando la red de publicidad hasta que sea inusable. ¿Para aflojar una vez conocido el límite?