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Nokia y Microsoft ya pueden darse la mano. Ahora definitivamente. Ayer mismo informábamos acerca de que el 4 de diciembre de 2013 vencí­a el plazo para que la Comisión Europea se pronunciara acerca de esta compra multimillonaria. Pues bien, hoy sabemos que el órgano ejecutivo de la Unión Europea ha dado el visto bueno definitivo, indicando que la operación no plantea problemas de competencia, puesto que solo existen solapamientos entre actividades muy concretas, a la par que modestas, de las partes. Con esta última aprobación, Microsoft y Nokia han terminado por superar todos los pasos que planteaba la operación: por un lado, la junta de accionistas de Nokia, que aprobó la compra por una abrumadora mayorí­a y por el otro, la autorización, ayer mismo, por parte del gobierno de Estados Unidos. La operación queda así­ cerrada de manera definitiva, a la espera de que durante el primer trimestre de 2014 se hagan los cambios y las adaptaciones pertinentes dentro de cada corporación.

Nokia Lumia 1520 01

Y será a partir de ahora cuando empiecen los movimientos importantes dentro de ambas empresas. Empezando por arriba, veremos que Stephen Elop, expresidente de Nokia, pasará a ser jefe del equipo de dispositivos y que tendrá que mudarse a Redmond, sede actual de Microsoft. Formarán parte de esta división los equipos con Windows Phone, las tabletas Microsoft Surface y las consolas de juegos Xbox. A este cambio tan importante hay que unirle el traspaso de empleados. Desde principios del próximo año 2014, cerca de 32.000 empleados de Nokia pasarán a formar parte de la cuota de trabajadores de Microsoft, mientras que la cantidad restante seguirá trabajando en las oficinas de Finlandia para Nokia (que no ha desaparecido como corporación) y que todaví­a cuenta con algunos servicios que siguen en funcionamiento y que requieren desarrollo y mantenimiento. Nos referimos a NSN, a HERE y a la división Advanced Technologies. Lo esencial de todo esto es que Nokia como empresa dejará de fabricar smartphones, una actividad que quedará en manos de Microsoft.

Pero en todo esto hay una cuestión importante: Nokia no desaparecerá como tal. De hecho, los dispositivos que fabricará Microsoft seguirán llevando la marca Nokia, de modo que la tecnologí­a finlandesa será reconocida fácilmente en el mercado. Por lo demás, parece que las cosas seguirán más o menos igual. Por un lado, se mantendrá Windows Phone como sistema operativo (no hay que perder de vista que gracias a Nokia, Microsoft ha logrado posicionar muy correctamente la plataforma en los mercados) con el objetivo de competir a partes iguales contra iOS o Android.

La primera noticia que recibimos sobre la adquisición de Nokia por parte de Microsoft llegó el pasado 4 de septiembre. En ese preciso momento ya se anunció que la de Redmond habí­a pagado un total de 5.440 millones de euros por hacerse con una compañí­a legendaria en el sector de la telefoní­a móvil.

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