La Autoridad Federal de Aviación de los Estados Unidos anunció a principios de este mismo mes de noviembre el cambio de normativa con respecto al uso de teléfonos móviles en los aviones. Todo hacía presagiar que esta modificación de ley llegaría pronto a Europa. Y así ha sido. La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) acaba de emitir un comunicado en el que se anuncia que a partir de ahora los pasajeros podrán utilizar aparatos electrónicos a bordo del avión. La autorización se extiende a móviles inteligentes, tabletas, reproductores de MP3 y libros electrónicos, aunque lo cierto es que solo podrán permanecer encendidos en el llamado Modo Avión. La nueva medida será válida para las aerolíneas europeas y se empezará a aplicar a finales de este mismo mes de noviembre de 2013 en todas las fases de vuelo.
Hasta la fecha, estaba terminantemente prohibido mantener encendido el teléfono durante las fases más críticas de la operación de vuelo. Nos referimos, lógicamente a las maniobras de aterrizaje y de despegue. A partir de ahora, los pasajeros europeos podrán seguir disfrutando de la lectura, de la música y de los videojuegos mientras se realizan las maniobras, pero no podrán realizar llamadas ni tan siquiera navegar por Internet, a no ser que durante el vuelo la compañía en cuestión ofrezca WiFi gratis a sus clientes. De este modo, quedará fuera de juego el envío y recepción de mensajes o WhatsApp, las llamadas y cualquier otra acción que requiera tener activa la conexión a Internet.
Es probable, de todos modos, que también estén expresamente prohibidas las distracciones deliberadas (y esto incluye el manejo de aparatos electrónicos o la lectura de libros y revistas) durante la explicación, por parte de la tripulación, de la localización y el uso de salidas de emergencia, chalecos salvavidas, máscaras de oxígeno y cinturones de seguridad, entre otros.
Así mismo, será necesario (como ocurría hasta ahora) que todos los equipos y objetos pesados tales como libros, ordenadores portátiles o tabletas de gran tamaño, permanezcan guardados bajo el asiento, en el bolsillo de delante o en los portaequipajes superiores durante el despegue y el aterrizaje para evitar que puedan salir despedidos en cualquier momento.
Pero esta no es la única medida que probablemente tomará la Agencia Europea de Seguridad Aérea en un futuro no muy lejano. Y es que el organismo ya se encuentra estudiando la manera de permitir las llamadas y la conexión a Internet durante el viaje y a través de dispositivos electrónicos como tabletas o móviles inteligentes, algo que los usuarios vienen reclamando desde hace mucho tiempo. De hecho, la Agencia (como también lo está haciendo su homóloga americana) ya está realizando toda una serie de minuciosas comprobaciones junto con expertos en la materia. ¿Su objetivo? Determinar si el uso de teléfonos y tabletas durante el vuelo es verdaderamente compatible con la seguridad a bordo.