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El corazón de Steve Wozniak es grande, sin duda, y tiene sitio para todos. El filántropo y cofundador de Apple aprovechó una reciente entrevista con la BBC para hablar abiertamente de su opinión sobre la relación que deberí­a mantener la compañí­a de la manzana con su dos principales rivales. Para Woz, Apple podrí­a llegar a ser mucho más poderoso si su relación profesional con Google fuese algo menos arisca. Como ejemplo de lo bueno que podrí­a ser para Apple una mayor receptividad a los logros de este rival, Wozniak mencionó lo fuerte que podrí­a ser el asistente Siri si contase con la potencia del motor de búsquedas de Google, o la tecnologí­a portátil de los smartwatches y las gafas de realidad aumentada.

Woz no dudó tampoco en asegurar que de seguir todaví­a en Apple, compañí­a que dejó en 1985, muy probablemente promoverí­a la alianza da ambas compañí­as. Aunque también reconoció que, dado el tiempo que lleva alejado de la empresa que fundara junto al desaparecido Steve Jobs, puede perfectamente estar errando en sus valoraciones. Y también puede ser que sus declaraciones no gusten a alguna gente dentro de la compañí­a, pero dado que en buena medida Apple es hija de Woz, y tiene la ventaja de ver las cosas desde fuera, el tema del libre albedrí­o viene aquí­ pintiparado. Casi proverbial y divino, ya que Woz llegó a decir: «Dios permita que Apple y Google sean socios en el futuro».

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La valoración de Woz es que en algunos aspectos, Apple no es tan fuerte como Android. Y para él, el reconocimiento de voz de Siri es uno de esos deficientes aspectos. No se puede negar que algo de razón tiene. Para Woz, el futuro está en la correcta e «inteligente» aplicación de las tecnologí­as de inteligencia artificial, para lo que, en ocasiones, deben plantearse alianzas. Por eso tampoco tuvo reparos en asegurar que, además de las colaboraciones con Google, estarí­a hacer lo propio con Samsung, con quienes la relación pasa de ser sólo arisca hasta alcanzar niveles épicos de hostilidad. Especialmente en su ya famosa y triste guerra de patentes, en la que posiblemente los mayores beneficiados sean los abogados de ambas compañí­as.

El deseo de Wozniak es que Apple pueda tener algunas de las cosas que tienen los dispositivos de Samsung y poder usarlas en dispositivos de su ex compañí­a, hacer intercambios de patentes y de tecnologí­a o crear compatibilidades, las posibilidades para Woz son amplias y esperanzadoras. Aunque tal y como están las cosas entre ambos competidores, no sabemos cómo se lo podrí­an tomar los surcoreanos. De todos modos, a Woz nunca le han dolido prendas a la hora de criticar lo que considerase necesario de Apple, cada vez que fuese necesario, como cuando recomendó el Nokia Lumia 900, o de decir abiertamente lo poco que le gustaba la pantalla del iPhone 5.

La vida de Wozniak, indudablemente marcada por la fundación de Apple, no ha corrido en paralelo a la de su compañero de aventuras Jobs. Woz se desvinculó rápidamente de la compañí­a para dedicarse a otro tipo de proyectos empresariales y de desarrollo, como el de los mandos a distancia universales (su compañí­a Cloud9 fue la primera en fabricarlos). Pero también dedicó buena parte de sus medios económicos y de su tiempo a proyectos educativos.

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