Desde que los dispositivos son más inteligentes, las posibilidades de modificar y mejorar sus funciones, así como de añadir otras nuevas no contempladas durante su diseño crecen de manera exponencial. Lejos quedan ya los tiempos en los que, una vez sacado de su embalaje original, el dispositivo sería el mismo para siempre. Así, ahora, gracias a las posibles actualizaciones del firmware (el software que incluyen los dispositivos y que permite su correcto funcionamiento) pueden realizar cualquier cambio que no requiera de una modificación física en el dispositivo. Y, claro, los fabricantes permanecen atentos a la experiencia de sus usuarios, buscando la posibilidad de mejorar sus dispositivos y, de esta manera, aumentar la satisfacción de los mismos. Tal es el caso del fabricante de sistemas de sonido Sonos, que en la última actualización del software de gestión de sus dispositivos, ha modificado las funciones de los controles físicos de algunos de sus dispositivos.
En concreto, una vez llevada a cabo la actualización al software a la versión 4.2, el botón que anteriormente sólo tenía la función de silenciar el sonido sin pausar su reproducción (mute) adquirirá nuevas funciones. En concreto, una pulsación corta del mismo alternará entre reproducción y pausa de la misma. Dos pulsaciones seguidas, saltarán a siguiente canción de la lista de reproducción actual, y una pulsación larga activará la función original del botón, es decir, silenciará el sonido sin detenerlo. De esta manera, ahora su manejo resulta bastante semejante al propuesto primero por Apple, y luego por otros fabricantes, para los controles de sonido ubicados en los auriculares incluidos en determinados dispositivos móviles. Este planteamiento, de dotar a un mismo control de diversas funciones, dependiendo del uso del mismo, permite mejorar el diseño de algunos dispositivos, que pueden pasar de tener multitud de botones, ruedas, etcétera, a manejarse adecuadamente con solamente dos o tres. El ejemplo perfecto de ello es el iPhone, tal y como lo planteó Steve Jobs en los principios del proyecto: «Un teléfono móvil con un único botón». Bien es cierto que, finalmente, también tiene el de bloqueo, los de volumen y la pestaña que activa y desactiva el sonido, pero el concepto queda ahí.
Está claro que la tendencia de los dispositivos tecnológicos es a ser, cada día, más sencillos de manejar. Lejos quedan ya los tiempos de las líneas de comando y las interfaces con muchos botones y con leds de colores. Ahora, por lógica, se busca la sencillez, la comodidad y la rapidez. Y, si todo esto combina con el diseño, pues mejor que mejor. Está claro que para quienes se han criado con un botón para cada cosa, al principio puede resultar extraño el concepto de emplear un mismo control para distintas funciones. Pero lo cierto es que, una vez que uno se acostumbra (y este proceso suele ser bastante rápido), termina por resultar bastante más cómodo que con el sistema anterior.
