Si uno quiere ser fotógrafo tarde o temprano hace falta un ojo de pez. No, no es la lente más útil del mundo, pero tarde o temprano se la echa en falta. Y es que hay demasiadas cosas que hacer con una lente de 10 mm. Ofrece imágenes raras, pero funciona perfectamente para una foto de grupo, un retrato o un paisaje, siempre que se sepa hacer algo bonito y original. Por eso, en la gama de cámaras más moderna de Samsung hacía falta una, y la han construido con algunas peculiaridades.
Para empezar es ligera, que es lo que pega en esta cámara. Las NX aspiran a que los fotógrafos aficionados renuncien a una réflex tradicional y decidan pasarse a estas compactas sin espejo. Y uno de los puntos que más ayuda a esto es el peso. Dan la posibilidad de contar con una cámara de buena calidad, con controles manuales y cambiado las lentes, pero en una cámara más pequeña y ligera. Por eso es importante que las lentes que se presenten no estropeen el conjunto. Este ojo de pez pesa apenas 72 gramos y es muy pequeño, por lo que su presencia no hace la cámara más voluminosa.
En fotografía tradicional estaríamos hablando de un 10 milímetros, aunque esta medida siempre se ve algo afectada por las conversiones de formato por el tamaño del sensor. Esto nos da una cobertura de 180 grados cuando tomamos la foto. Es una foto extraña, a la que no estamos en absoluto acostumbrados, con una deformación circular inevitable, pero que ofrece muchas posibilidades de obtener una imagen original.
Uno de los efectos más curiosos de utilizar un ojo de pez es reducir la distancia mínima de enfoque a casi cero. Concretamente, con esta lente la distancia mínima es de 0.09 metros. Esto permite por ejemplo tomar retratos con la lente casi pegada a la cara del fotografiado. Además es una lente bastante luminosa, capaz de abrir el diafragma hasta f 3.5. Esto no sólo permite tomar fotos con poca luz, sino que además podemos jugar bastante con la profundidad de campo.
Una ayuda para los fotógrafos novatos son los modos iSCENE. Son configuraciones preestablecidas de la lente para determinadas situaciones, que facilitan tomar fotos con mejores resultados. Entre ellos, encontramos modos para hacer fotos de niños, deportes, retratos, o algunos pensados para cuando hay poca luz ambiental.
Para cuidar más la estética de la cámara, este ojo de pez se puede encontrar en blanco o negro. Y es que las cámaras de la gama NX están también disponibles en varios colores, por lo que se puede elegir el que vaya mejor con el modelo que utilizamos.
La lente es compatible con todas las cámaras de la gama NX, una serie en la que a día de hoy encontramos seis modelos con diferentes capacidades técnicas, como la recientemente presentada NX 300. Tiene un precio de 500 euros, y estará disponible en poco tiempo. El catálogo de objetivos para cámaras NX abarca cerca de una veintena de lentes.