Acer ofrecerá más Android y menos Windows

Microsoft se está llevando una ración de malas noticias en las últimas horas. Poco después de que el CEO de Asustek manifestase que van a dejar de producir dispositivos de Asus con Windows RT debido a su escasa aceptación, el presidente de Acer, Jim Wang, ha afirmado que van a hacer crecer las divisiones de negocio de la compañí­a que no tienen que ver con Windows. Y además, tan pronto como puedan. En concreto, Wang tiene su vista puesta en Android, e incluso en los Chromebook, los ordenadores con sistema operativo Chrome OS de Google. Además, Wang tiene previsto lanzar menos dispositivos Acer con sistema operativo Windows que hasta ahora. Así­, espera que los ingresos procedentes de la venta de dispositivos de ambas divisiones alcance el diez o doce por ciento a finales de este año, y que aumente en 2014 hasta alcanzar el 30 por ciento de los ingresos totales de la compañí­a. El 70 por ciento restante seguirí­a procediendo de Windows.

Aunque la noticia pueda parecer sorprendente, Acer, que ocupa el cuarto lugar entre los fabricantes de PC del mundo, tiene sus razones para tomar esta decisión. La popularidad del PC sigue reduciéndose en todo el mundo, y el cambio de hábitos entre los consumidores, que compran cada vez menos ordenadores y más dispositivos portátiles, como tablets y smartphones, ha hecho que la compañí­a taiwanesa tenga pérdidas en el segundo trimestre de este año. A ello también ha contribuido, no obstante, el aumento de costes.

Acer lanzará más dispositivos con Android y menos con Windows

Por tanto, Acer no va a dejar de lado a Microsoft, aunque en la compañí­a son muy crí­ticos con los últimos movimientos que ha tenido el gigante de Redmond. La última versión de Windows, la 8, no gustó a Acer. Tampoco la incursión de Microsoft en la fabricación de hardware, con los tablets Surface, movimiento cuya eficacia Wang se encargó de poner en duda el año pasado. Así­, en una entrevista concedida a Financial Times el verano pasado, el presidente de Acer recomendó a los responsables de Microsoft que pensasen dos veces si la decisión de lanzar el tablet era la correcta, puesto que se iban a convertir en competencia de sus socios. Pero en Redmond creí­an que era importante contar con un tablet propio con Windows 8, y siguieron adelante, a pesar de todas las voces que se alzaron en su contra.

Un año después, el Surface ha sido un fracaso para Microsoft, y muchos de los fabricantes de ordenadores que instalan Windows en sus equipos, como Asus, HP, Lenovo y la propia Acer, están dejando de prestar tanta atención a Windows y buscando la forma de diversificar su oferta. Muchos han optado por aumentar el número de dispositivos portátiles con Android, con Google como gran beneficiada del cambio de estrategia. Wang pone ahora la pelota en el tejado de Microsoft, y afirma que «la gente de Windows tiene que hacer algo para recuperar o reforzar la confianza entre los usuarios de ordenadores personales. Los usuarios son reacios a adquirir un equipo y no acaban de decidirse a la hora de hacer sus compras». Esto es, que la falta de confianza de los usuarios en Windows, hace que sean reacios a comprar un equipo con dicho sistema operativo». Por tanto, los fabricantes deben buscar otras opciones para seguir creciendo.

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