Twitter

Desde hace unos meses, Twitter comenzó a ofrecer acuerdos a distintas televisiones para que estas puedan orientar la publicidad emitida al público que les interesa. La intención de estos acuerdos es hacer que las grandes compañí­as ingresen más dinero por publicidad entre los televidentes por medio de toda la información sobre gustos y usos de los usuarios de la que ya dispone la red social. Pero, justamente cuando se disponí­a a informar a los tuiteros de una nueva función, que permití­a sincronizar las campañas promovidas en Twitter con sus anuncios de televisión, algo falló.

Twitter abrió un blog para publicar los resultados de la primera prueba, esto es, los tuits reales de los usuarios de Twitter reaccionando ante la publicidad televisiva. Sin embargo, lo que ocurrió fue que, a pesar de que los tuiteros eran reales, los tuits no. Esto puede traer consecuencias negativas para Twitter, que ahora tiene a algunos de los tuiteros afectados bastante molestos con ellos. Básicamente, Twitter habí­a usado sus perfiles para poner en sus bocas (timelines) palabras que nunca dijeron acerca de los anuncios de televisión. Y si la cosas se hubiera quedado ahí­, tal vez no serí­a tan grave, pero esos tuits falsos se retuitearon a más de un millón y medio de usuarios de la red.

Gottlieb

En el instante en que los afectados se dieron cuenta, comenzó a incendiarse la red. Uno de ellos, Neil Gottlieb (@Neil_Gottlieb), de Philadelphia, habí­a llegado a decir (más bien su alter ego falso): «¿Cuál es la canción del nuevo anuncio de @baristabar?, me encanta». Y William Mazeo (@WilliamMazeo) (supuestamente), de Brasil, afirmaba que le gustarí­a hacer cafés con leche de lujo como en el nuevo anuncio de Barista bar («I wish I could make fancy lattes like in the @baristabar commercial». Lo gracioso es que ni Gottlieb vio nunca el anuncio del que tanto parecí­a gustarle la canción, ni Mazeo usa (según él) la palabra «lujo». un tercer usuario afectado, Subhash Chander (@subhash_tewari), no ha hecho aún ningún comentario al respecto en su timeline.

Twitter se apresuró a hacerles llegar sus disculpas, señalando que se habí­a tratado, simplemente, de un error: «Una versión anterior de este blog incluye una imagen con tuits que imitaban a usuarios reales de nuestra plataforma. Esto no estaba bien. En cuanto nos dimos cuenta de este error lo corregimos de inmediato. Pedimos sinceras disculpas a los tres usuarios incluidos en las imágenes anteriores». Pero a Gottlieb esta respuesta no le convence, y ha difundido a través de su perfil en la red comentarios indicando que no están conforme con esa disculpa, y que está dispuesto a hablar con su abogado por el uso indebido de su imagen. Igualmente Mazeo ha respondido que le parece grave que se puedan usar los perfiles de los usuarios para difundir cualquier mensaje, de manera que se pueda poner en boca de otros cosas que jamás han dicho: «¿Quién sabe qué otra cosa podrí­an promocionar usando mi nombre? Eso no está bien», afirmó.

Que Twitter tiene un potencial enorme para la publicidad es algo evidente. Hay empresas que se dedican a analizar, por medio de complejos algoritmos, las tendencias que se mueven a través de esta red, y llegan a ser capaces de predecir, con bastante exactitud, qué pelí­culas triunfarán en la cartelera y cuáles no, sólo por el análisis de los comentarios de los tuiteros de todo el mundo. También hay estudios que demuestran que Twitter es más decisivo a la hora de inclinar la balanza hacia un producto u otro a la hora de comprar, que otras redes sociales como Facebook. Por eso, si otros son capaces de sacar provecho económico de las millones y valiosas opiniones que los usuarios vierten en Twitter cada dí­a, ¿por qué no usarlo como medio para monetizar la red?

Twitter dinero

Cuando Twitter informó de que los usuarios iban a recibir publicidad en sus timelines, buena parte de la red puso el grito en el cielo. ¿Por qué tengo que recibir anuncios de alguien a quien no sigo? Contradecí­a una de las razones principales por las que los usuarios usan Twitter. La cosa luego no ha sido para tanto. La plataforma usa la información que le reportan sus cookies para segmentar la publicidad. Y ese es justamente el valor que quiere vender: la posibilidad de dirigir publicidad de manera muy, pero que muy especí­fica, a un grupo determinado de perfiles.

Esto último forma parte de los acuerdos publicitarios con la televisión, y origen de esta última polémica. Las grandes compañí­as quieren conocer la relación que existe entre lo que vemos en televisión y lo que luego comentamos en nuestros tuits. Y esa información la tiene Twitter. Dentro de esa misma lí­nea de segmentación, hace poco más de un mes que Twitter adquirió Spindle, una start-up que se dedica a la localización y registro de lugares. La razón para esta adquisición era la intención de Twitter de lanzar un servicio de publicidad orientada según la ubicación geográfica de los usuarios.

¿Monetizar? Está claro. Si la gente de Twitter no es capaz de ingresar dinero por la plataforma, habrá que ir buscándose otro patio donde reunirse. Monetizar, sí­, pero no a cualquier precio.

Recibe nuestras noticias

De lunes a viernes mandamos un newsletter con los titulares del día a +4.000 suscriptores

I will never give away, trade or sell your email address. You can unsubscribe at any time.