El Gobierno Británico acaba de declararle la guerra al porno en Internet. Según ha declarado su Primer Ministro, David Cameron, obligarán a las operadoras a que las páginas con contenidos pornográficas estén capadas por defecto. Las personas que quieran acceder a este tipo de webs, tendrán que identificarse previamente y solicitarlo a su operador. Una medida que, de entrada, espera disuadir a más de uno de ver porno por Internet.
La propuesta se ha presentado en el Parlamento después de conocer que los asesinos de dos niños veían pornografía infantil. Lo que se pretende es usar el mismo sistema de los filtros para menores con los que ya cuentan los navegadores y buscadores, y extenderlos. De esta manera no existirá límite de edad, ni tampoco la posibilidad de que se desactive este límite, como ocurre ahora con los filtros para menores. De hecho, en 2011 cuatro operadoras británicas ya señalaron que los usuarios que quisieran acceder a porno a través de ellos, tendrían que solicitarlo antes.
Según ha informado la BBC, parece que las operadoras del país están dispuestas a colaborar con este proyecto, y existe la posibilidad de que ni siquiera fuese necesario llegar a legislar en este sentido, ya que voluntariamente las operadoras aplicarían el bloqueo, cubriendo así el 95% del país.
Otro de los aspectos de la propuesta incluye la elaboración de un listado de términos de búsqueda, relacionados con la pornografía. Con esta lista, se dificultaría enormemente el acceso a muchos de los contenidos, ofreciendo resultados «blancos» a búsquedas como «sexo + niños». Cameron ha hecho un llamamiento especial a los grandes buscadores como Bing, Google o Yahoo!, señalándoles que, para ellos, debe ser un deber moral el actuar para evitar que sea accesible conseguir contenidos pornográficos.
Cameron ha anunciado su propuesta apenas unos meses después de que el Parlamento Europeo votara «No» a la censura del porno en cualquier medio de comunicación, incluido Internet. La negativa a la eliminación de contenidos pornográficos de los medios se cambió por una directriz más suave, que eliminara los estereotipos por causa de género en la Unión Europea. Básicamente la publicidad pornográfica. Luego se le pasó la pelota a los gobiernos de cada país, para que fuesen ellos los que regulasen la aparición de este tipo de publicidad en los medios impresos. Pero poco más.
Reino Unido no es el primero en plantear la censura del porno en Internet. A principios de año, Islandia se planteó prohibir por ley la pornografía en la red. Las razones de Ogmundur Jonasson, Ministro de Interior de ese país, no son muy distintas de las que expone Cameron: la protección de jóvenes, niños y mujeres, objeto general de los ataques de los pervertidos. Lo único que le faltaba a Islandia para dar el paso era conocer lo medios técnicos para llevar a cabo el bloqueo, cosa que ahora puede que tengan más clara.
Otro de los enemigos declarados de la pornografía en la red es Rusia. Hace un año aprobó una ley de censura, que permitía bloquear sin previo aviso páginas con contenido sexual, violento, con incitación al odio, que promoviera el suicidio o que promocionara las drogas. Mucho antes, en 2009, el Parlamento alemán también promulgó una ley a favor de la censura de la pornografía en Internet, aunque el Presidente Federal alemán se negó a firmarla, aduciendo que necesitaba «más información».
Sin embargo, como ya señalan expertos en la protección de los menores en Internet, lo fundamental es ir a las raíces del problema. Por un lado se trata de los generadores de pornografía infantil pero, por otro, es la mente de las personas que transgreden todos límites de la ética en cualquiera de los puntos de la cadena del uso sexual de menores.
¿No sería mejor que los padres ejercieran su responsabilidad y que lo mismo que no dejan que su niño de 10 años cruce la ciudad en solitario pues que supervisen lo que ven sus retoños en internet, TV o donde sea?