Sony ha presentado multitud de productos nuevos a lo largo de esta tarde en IFA, la feria de tecnología que se desarrolla estos días en Berlín. Entre teléfonos, tabletas y televisiones, la marca japonesa no se ha olvidado de uno de los productos que la hacen más respetada: las cámaras de fotos.
Los japoneses siguen teniendo claro que es lo que quieren para el futuro de la fotografía: cámaras compactas, de gran calidad y con objetivos intercambiables. No obstante, en esta ocasión han apostado por una de las novedades que más gustan en los últimos tiempos: la conexión WiFi. Y es que el mercado de las cámaras compactas está de capa caída. La competencia de las cámaras de los teléfonos móviles es enorme. Si bien no toman imágenes de una calidad comparable, tienen algo que los consumidores adoran, la velocidad.
Con las cámaras de los teléfonos es muy fácil tomar una foto, y compartirla en segundos en las redes sociales. Por eso, muchos fabricantes están interesados en que sus cámaras tengan más facilidad para compartir sus fotos. La opción de dotarlas de conexión WiFi está llegando a las cámaras de alta gama, como esta Sony Nex 5-R.
Pero esta cámara es mucho más que una conexión. Cuenta con un sensor de 16 megapíxeles, mucho más de los estrictamente necesario. Para hacerse una idea, con un sensor como este, se pueden tomar fotos con una resolución de 4912 x 3264 píxeles. Por lo tanto, podríamos imprimir una foto en alta calidad (300 puntos por pulgada) con un tamaño de 41 x 28 centímetros.
Para el manejo, cuenta con una gran pantalla trasera de tres pulgadas, que se puede abatir hasta 180 grados. El objetivo de esta movilidad es facilitar tomar fotos en posiciones extrañas, o hacer más fácil la grabación de vídeo. Esta pantalla es táctil, y permite navegar entre los menús de la cámara con fluidez.
Otro de los puntos que se han mejorado es el enfoque. Ahora cuenta con un sistema híbrido que permite tomar la fotos más deprisa. La velocidad del enfoque automático es uno de los puntos más importantes de la cámara. Muchas veces, la escena perfecta sólo se muestra durante unos poco segundos delante del objetivo. El hecho de que la cámara sea rápida encontrando el foco nos puede dar imágenes que con otra cámara hubiéramos perdido.
Pero la gran novedad es la conexión WiFi, que permite realizar muchas más cosas además de subir las fotos a redes sociales. Con ella, por ejemplo, se puede utilizar un smartphone como disparador automático, o como segundo monitor si estamos grabando un vídeo. Además, Sony ha dejado la puerta abierta a que se puedan desarrollar aplicaciones específicas para la cámara, que se podrían descargar en instalar en la NEX 5-R.
La cámara estará disponible a mediados del mes de octubre. Del precio europeo no sabemos nada, aunque se especula que en Estados Unidos estará en torno a los 650 dólares, en un kit que incluiría un objetivo 18-55 mm (equivalente) y un flash externo.