Hacía años que no nos encontramos con una cámara que se pareciera tanto a aquellas que nos hemos visto obligados a guardar en los estantes para ponernos al día. La torreta, el recubrimiento rugoso, la protuberancia que hace las veces de empuñadura, todo tiene el sabor de las viejas cámaras, y desde luego de aquellas añoradas de la serie OM de Olympus. La E-M5 es una renovación del viejo diseño, pero metiendo dentro la electrónica actual. Y esto genera una extraña paradoja. Por delante parece una cámara de hace 30 años, mientras que por detrás podría ser cualquiera de las cámaras que ofrece la competencia. Está visto que casi 40 años no pasan en vano.
Es un trabajo bien hecho con un sistema de estabilización de imagen que trabaja hasta en cinco ejes. Tiene un visor electrónico, imprescindible desde el momento en que no tiene espejo, pero también permite componer las fotos en la pantalla táctil situada en la trasera. La pantalla de tres pulgadas, por cierto, puede inclinarse para hacer fotos mirando desde arriba, como en muchas cámaras de formato medio, pero también para colocarla por encima de la cabeza. Tiene un cuerpo realmente duro es aleación de magnesio, perfectamente sellado frente al polvo y a una cierta humedad. Hacer fotos bajo la lluvia no será problema porque no se «resfría». El rango de temperaturas en que puede trabajar va desde los desiertos más calurosos a lo más crudo del invierno. Como buena réflex, el cambio de los objetivos es un juego de niños.
Tiene un sensor Micro Cuatro Tercios con una resolución de 16 Mpx, con muy buen rendimiento tanto a la hora de tomar fotos como cuando se graba vídeo en alta definición. El procesador de imagen es el TruePic VI, rápido y muy eficaz. El equipo no deja nada al azar. Dispone de 12 modos de balance de blancos, y puede trabajar con sensibilidades de entre ISO 200 e ISO 25600. El sistema de enfoque automático es uno de los más rápidos del mercado, y trabaja sobre escenarios en tres dimensiones. Puede mantener a los sujetos enfocados incluso durante ráfagas de nueve disparos por segundo. Puede trabajar con hasta 35 puntos de enfoque.
Las prestaciones son muy elevadas. Un simple vistazo a la lista de escenas automáticas muestra que hay hasta 23 disponibles con algunas para luces altas y luces bajas, fotografía nocturna, fotografía en tres dimensiones o panorámicas de naturaleza. Los filtros artísticos también resultan muy interesantes se ahorran parte de trabajo. Puede grabar vídeo Full HD 1080i en formato MPEG-4 AVC/H.264. La lista de ópticas y de complementos disponibles para esta cámara la convierten en una adquisición sumamente valiosa para fotógrafos avanzados y exigentes, pero también para muchos profesionales. Incluso incorpora una función de control inalámbrico. En este momento no hay precio para el mercado español, pero todo apunta a que saldría en el entorno de los 800 euros, solo el cuerpo, que está disponible en negro y en plateado.
Lo siento pero no estoy deacuerdo con la descripción. No es una reflex, no tiene pentaprisma por lo que no ves la imagen directamente sino a través de un visor electrónico ni tampoco realiza las fotos como las reflex, levantando cortinillas, etc. Es mas bien una EVIL osea una cámara de lentes intercambiables y visor electrónico. El resultado final puede ser mejor o peor pero no es lo mismo www.»tuexperto».