La Powershot D20 no puede ocultar su vocación aventurera. El diseño es ligeramente asimétrico, un poco alejado del diseño angular propio de otras compactas de Canon. Tiene un cuerpo robusto, acabado en colores brillantes, y con botones de buen tamaño acabados en goma para que el tacto sea más seguro y los dedos no resbalen. Está acabada de manera que resulta inmune al agua y al polvo, aguanta caídas desde metro y medio de altura, y sobrevive a las heladas propias de los deportes invernales. También te puede acompañar haciendo rafting, u otros deportes extremos.
La calidad de imagen es buena incluso cuando se toman imágenes con poca luz, y tiene un sensor CMOS de alta sensibilidad de 12,1 megapíxeles. El objetivo es un 28 mm con capacidad de cinco aumentos, lo que le permite plantarse en un teleobjetivo de 130 mm. No es lo más adecuado para hacer fotografías de un nido de pájaros lejano, pero resulta muy bueno a la hora de tomar fotos de naturaleza, y cuando llega el momento de hacer retratos de grupo. En las tomas de acción de muchos deportes también se comporta bien. Las imágenes pasan después a través de un procesador de imagen DIGIC 4.
En una cámara de aventura el estabilizador de imagen es mucho más importante. Por eso incorpora un sistema inteligente con siete modos, todos ellos ópticos para una mayor eficacia. Uno de ellos es específico para la grabación de vídeo en situaciones turbulentas, que compensa las vibraciones de las manos, pero también el movimiento de traslación del sujeto. Otro modo de estabilización se especializa en barridos, por ejemplo la hora de seguir a un esquiador o a un grupo de pájaros en bandada. Estabiliza en un solo eje. Por fin, hay un modo específico para fotografiar detalles en macro, que se disfrutará mucho más en las fotografías bajo el agua.
La fotografía submarina es una de las especialidades de esta cámara. No sólo tiene sistema de estabilización propio para tomas bajo el agua, sino que también incorpora un sistema mejorado de balance de blancos que permite lograr los colores algo más naturales. Quien quiera arriesgarse más, siempre puede adquirir la caja estanca WP-DC45 que se vende aparte, que es compatible con un flash externo, y que permite bajar hasta 40 m. Tiene modos de cámara lenta para el vídeo, y localización por GPS. Ofrece un botón dedicado para la grabación de video lo que evita errores y permite grabar con un solo toque. Su modo automático reconoce hasta 32 escenas, y tiene siete efectos creativos. Cuando salga al mercado en mayo tendrá un precio probablemente por debajo de los 270 euros.
