Oro, tantalio, coltán, wolframio, hay muchos minerales de los empleados en la industria electrónica y de la informática que pueden proceder de zonas en conflicto donde diversos grupos armados se financian mediante la explotación de estas minas con mano de obra esclava. El hecho de que las marcas envíen gran parte de la producción a países emergentes con pocos controles, no hace más que complicar esta situación que provoca miles de muertos al año. Es el equivalente a los famosos diamantes de sangre. Diversos fabricantes están desmarcándose de este tipo de comercio, y ahora le ha llegado el turno a Nokia.
El fabricante de teléfonos móviles ha decidido hacer pública la que a partir de ahora va a ser su política con respecto a estas materias primas tan discutidas. En una nota publicada en el blog oficial de la compañía, han dejado claro cuales van a ser los compromisos básicos que van a exigir a partir de ahora a sus proveedores a la hora de comprar materias primas. En primer lugar, no se comprarán minerales en cuya explotación se hayan violado los derechos humanos. De igual manera, la firma prohíbe a sus proveedores el apoyo oficial o extraoficial a grupos armados no gubernamentales, a grupos terroristas, y a otros ejércitos privados que controlen minas, rutas de transporte, o cualquier otro eslabón de la cadena de producción.
En tercer lugar, la firma se opone radicalmente a que sus proveedores se involucren en asuntos de corrupción, de lavado de dinero, o de sobornos a funcionarios gubernamentales. Desde ahora, sólo trabajarán con aquellos proveedores que se adhieran a este código de conducta. De igual manera el fabricante ha mostrado una vez más su apoyo a la Declaración Universal de Derechos Humanos, a las convenciones sobre derechos de los trabajadores, y otro tipo de acuerdos internacionales, aunque no ha dejado claro cómo va a conseguir que los trabajadores de las fábricas con que contratan en el tercer mundo ofrezcan condiciones laborales y sueldos dignos a sus empleados.
Es una declaración de intenciones similar a las que ya han hecho otros fabricantes como Intel o Apple, y que responde a una exigencia cada vez mayor de los usuarios, pero no va a ser fácil llevarlo a la práctica, porque en ningún momento Nokia ha aclarado qué mecanismos de control va a poner para garantizar que se respeten estas nuevas reglas. Tampoco ha aclarado con qué periodicidad se revisará la sujeción y el cumplimiento de esta nueva política por parte de sus proveedores, aunque sí se sabe que a partir de ahora les va a exigir que certifiquen de forma clara el sitio de fundición de los minerales, y a ser posible el lugar de procedencia de los mismos.