Entre las 50 ciudades con conexiones a Internet más rápidas, sólo hay dos que no están situadas en Extremo Oriente. En el puesto número nueve encontramos la ciudad estadounidense de San José, en California, y en el puesto número 48 Canberra en Australia. De las 50 ciudades más rápidas 37 son japonesas y 10 coreanas. Sólo una, Hong Kong, es china. Los habitantes de Taegu y Taejon, en Corea del Sur, son los humanos más rápidos del mundo a la hora de navegar por Internet, con velocidades medias de 15.8 Mbps.
Es tan grande la presencia de ciudades del eje Asia-Pacífico que los expertos estiman que la región va a ser responsable del 42% del tráfico total para el año 2015. En los próximos meses probablemente se incorporará otra ciudad americana a la lista de las 50 ciudades más rápidas, si Google lleva a cabo su proyecto de conectar más de medio millón de usuarios de la ciudad de Kansas a través de fibra óptica a velocidades de 1Gbps. Europa tiene unas medias que dan pena si las comparamos con las asiáticas. De hecho, entre las 100 ciudades más rápidas del mundo, sólo hay nueve europeas.
Efectivamente, ninguna ciudad española aparece entre las 100 más rápidas, lo cual quiere decir que estamos muy por detrás de Ginebra, Riga, Amsterdam, Zurich, Oporto, Salzburgo o Lieja. En Europa el país más rápido es Holanda seguido de República Checa, Suiza, Rumanía, Bélgica, Dinamarca, Noruega e Irlanda. Todos estos países tienen velocidades superiores a los 6.1 Mbps. España ocupa el puesto número 19 del ranking de países europeos con unos modestos 3,9 Mbps que rozan casi el ridículo. Ni siquiera sirve de consuelo que por detrás de España se encuentre Francia.
Este estudio se ha llevado a cabo sobre mediciones realizadas sobre más de 50,000 direcciones IP. Para evitar información sesgada, se filtraron todas aquellas procedentes de universidades e instituciones académicas, que siempre tienen mayor ancho de banda disponible. El informe considera como banda ancha toda conexión que tenga más de 2Mbps. Cuando la conexión supera los 5 Mbps, hablan de banda ancha alta, un caso en el que desde luego no se encuentra nuestro país. También hablan de banda ancha estrecha siempre y cuando la velocidad sea inferior a 256 Kbps. La velocidad en España ha crecido en torno al 43% con respecto a hace un año.