Si el cibersquatting consiste en registrar a tu nombre dominios con el nombre de marcas de reconocido prestigio, el typosquatting se parece bastante. Consiste en registrar dominios que se parecen mucho a una gran marca, pero variando apenas una o dos letras, o eliminando alguna de ellas. Por ejemplo, Yajoo, Yaho, o Youtuba. Para quienes lo practican, en realidad es casi una ciencia exacta. Se aprovechan de los errores de teclado que cometen los internautas para atraerlos a otras páginas. Por eso la elección de las letras cambiadas no es casual. Las letras cambiadas deben de encontrarse relativamente cerca, o incluso al lado de las originales en el teclado del ordenador.
Quienes registran estos dominios similares no lo hacen por buen corazón, para avisar a los internautas que se han equivocado de dirección. Lo hacen para sacar dinero con publicidad, para crear listas de direcciones de correo electrónico y en algunos casos incluso para infectar los ordenadores víctimas con troyanos. Los especialistas estiman que los internautas cometen errores al escribir las direcciones en al menos el 5% de las ocasiones. Por eso, cuanto más famosa y visitada sea la marca, más rentable es el dominio equivocado. Google es una de las empresas que están sufriendo los efectos del typosquatting, sobre todo en el portal de vídeos YouTube, y está dispuesta a acabar con quienes empleen esta técnica.
La empresa ha denunciado a un ciudadano norteamericano por haber registrado cinco de estos dominios, a saber, Youtbe.com, Youtub.com, Youtue.com, Youube.com, Yutube.com. Aunque hay quien piensa que no es más que un detalle que muestra la prepotencia de Google, lo cierto es que quien ha registrado estos dominios no es precisamente una hermanita de la caridad. Todas estas páginas tienen una imagen similar a la del portal de vídeos. Albergan un cuestionario que el usuario debe rellenar siquiera entrar en un sorteo. Lo que en realidad sortean, es una ensalada de correo basura para el resto de su vida.
Google ya ha presentado la correspondiente denuncia ante el organismo encargado de gestionar los dominios en los Estados Unidos, y tiene muchas posibilidades de ganar. El gestor de dominios emplea tres criterios para resolver este tipo de conflictos. En primer lugar, no se podrán utilizar palabras que sean idénticas o muy similares a los de una marca registrada. En segundo lugar, fallarán en contra del propietario que no tenga legítimos intereses con respecto al nombre, esto es, que no sea propietario de él. Por fin, la página no tiene que ser empleada con malos fines. Peor mala fe que inundarte el buzón de correo basura, seguro que no hay.
