Por desgracia, con los equipos electrónicos es muy fácil meter la pata y arruinarlos. En ese caso además, fabricantes suelen olvidarse de la garantía, y te cobran la reparación. Por eso desaconsejamos el uso de cuaquier tipo de líquidos para limpiar la pantalla de tu iPad. De todas formas, no es excesivamente complicado limpiarlo porque los de Apple han incorporado un modelo con una capa especial que en repele los aceites y las grasas, de manera que hay que trabajar muy poco para eliminar las huellas. Se trata principalmente de encontrar el paño adecuado.
Recomendamos que antes de empezar con el frota-frota, dediques unos segundos a pasar un pincel suave, como esos que se utilizan para limpiar el frontal de los objetivos fotográficos, por toda la superficie de la pantalla. Elimina los granitos de polvo, pequeños granos de arena, y otros abrasivos que luego durante la limpieza podrían dejar huella permanente. Una vez hecho esto, tienes que dedicarle tu atención con un paño de microfibra similar al que se utiliza para limpiar las gafas o las pantallas y los monitores LCD. Están tejidos con material capaz de arrastrar la mugre y el polvo incrustado en la grasa de las huellas sin hacer ningún estropicio.
Para limpiar, debes hacer una muñequilla con el paño. Tan fácil como envolver con el trapo una bola compacta de algodón del que venden en farmacias del tamaño de una pelota de ping pong. A continuación debes pasar la muñequilla haciendo pequeños movimientos circulares por toda la superficie del tablet, insistiendo en las partes más sucias. Hay quien afirma que basta con envolverse los dedos en el paño, pero te arriesgas a aplicar una presión excesiva sobre la pantalla y romperla. Sin embargo, si envuelves un algodón, hará de amortiguador y mantendrá su eficacia limpiadora.
En ningún caso utilizarás detergentes ni disolventes para pinturas o alcohol. Tampoco verterás agua sobre el iPad, porque corres el riesgo de freírlo. Si hay alguna mancha especialmente resistente, siempre puedes humedecer ligeramente un pequeño cuadrado de papel de cocina, y colocarlos sobre la mancha durante cinco o 10 minutos vigilando que no suelte agua que podría entrar por las ranuras del equipo. Pasado ese tiempo lo retiras, y pasas la muñequilla de microfibra. Tu pantalla quedara tan limpia y nueva como el primer día, y sin los rayones que quedan siempre que limpias con un trapo de cocina, una toalla, un pañuelo de papel o un trozo de papel de cocina sin humedecer.
Este sistema de limpieza se puede emplear con otras tabletas, y con la mayoría de los lectores de tinta electrónica. De nuevo, siempre sin apretar, y sin ejercer una excesiva presión sobre el paño de limpieza. Para lograr que el equipo se mantenga limpio durante más tiempo, deberías hacerte con una de esas láminas protectoras trasparentes específicas para iPad.
