Ya se han conocido bastantes casos, y además son muy notorios. Ocurre sobre todo con propietarios de lectores de libros electrónicos Kindle de Amazon. Gente viajera, que para no aburrirse en los viajes de avión se lleva a su lector cargado con sus libros favoritos. En casa comprueban el aparato y está en buen estado. Cuando intentan leer en el avión o en destino se llevan la desagradable sorpresa de que el aparato ha dejado de funcionar. Pero no del todo. Es una avería de la pantalla.
Son equipos que disponen de pantallas de tinta electrónica. Cuando los envían al servicio técnico de Amazon o del fabricante de turno, éstos encuentran que la pantalla ha sido destruida, quedando totalmente en blanco o totalmente en negro. Lo único que tienen en común todos estos enfurecidos propietarios es que pasaron su lector de libros electrónicos a través del control de rayos X que se encarga de mirar el interior de los equipajes en los aeropuertos. Claro, la avalancha de denuncias puede ser monumental, y esto ha llevado a las empresas que fabrican estos equipos a declarar de inmediato que son inocuos. ¿Mataron los rayos X a la estrella de los libros electrónicos?
Los expertos tienen sus dudas. Creen que el nivel de radiación utilizado para examinar los equipajes de mano y también los equipajes que van en la bodega de los aviones no es suficiente como para dañar una de estas pantallas de tinta electrónica. Un profesor del Centro de Fotónica Avanzada de la Universidad de que Cambridge, Daping Chu, acaba de ofrecer una explicación plausible desde el punto de vista científico. Los rayos X no son los culpables. La culpa es de la electricidad estática que llega a ellos. Se produce por el continuo roce de los equipajes en las bandas de goma de las cintas transportadoras. Esta electricidad estática no se puede descargar, y se acumula en la electrónica.
Las pantallas de tinta electrónica están construidas con un miles de pequeñas cápsulas magnéticas con la mitad de la superficie en un color y la otra mitad en otro. Se aplica un voltaje para orientarlas y que muestren la cara blanca o la cara negra en función de la necesidad de las letras que deben representar. Cuando se le somete a una intensa carga de electricidad estática, pueden quedar fijas en color blanco o en negro. Si la cantidad de electricidad estática es muy grande, el cambio cambio puede ser irreversible, y hay que sustituir la pantalla. Amazon, que es el fabricante más afectado, ha salido a la palestra con una declaración institucional en la que afirma que los rayos X de llos aeropuertos no son un peligro para el Kindle. De todas formas, en un alarde de caballerosidad, o de vista comercial, está sustituyendo los equipos averiados.
Hasta que se resuelva este asunto, si vas a viajar por avión con tu reproductor de libros electrónicos en la maleta o en el equipaje de mano, siempre puedes llevarlo dentro de una funda antiestática. Nuestro consejo es que mejor lo lleves en el equipaje de mano, y antes de pasar por lo rayos X, solicites una inspección manual. En muchos aeropuertos, esto constituye uno de los derechos de los pasajeros, aunque si el funcionario de turno se enfada, puede acabar sometiéndote a un minucioso registro corporal. Otra opción consiste en enviar el reproductor al destino mediante una empresa de mensajería, y metido en una bolsa antiestática trasparente.
Vía: The Telegraph