El pasado mes de mayo, YouTube lanzaba su servicio de alquiler de vídeos bajo demanda en Estados Unidos. Poco después, lo extendía al mercado canadiense. Ahora, acaba de llegar el turno de Reino Unido. El catálogo disponible depende de cada país. En el caso británico, reúne miles de películas, entre las que figuran, por ejemplo, «Reservoir Dogs» de Tarantino o «El Caballero Oscuro», dirigida por Christopher Nolan y protagonizada por Christian Bale y Heath Ledger.
Los precios del alquiler oscilan entre 3,49 libras (unos 4 euros) para los estrenos y 2,49 libras (unos 3 euros) para los títulos clásicos. El internauta tiene un plazo de 30 días para ver la película desde que la alquila, y 48 horas para terminar de verla desde que la empieza. YouTube ha cerrado acuerdos específicos para ese país con grandes distribuidoras de cine como la Warner, la Universal, Sony Pictures o Lionsgate. Asimismo, ha firmado con estudios británicos como Revolver Entertainment, que además distribuye sus películas a través de iTunes y de LoveFilm.
No es de extrañar que YouTube haya elegido Reino Unido como el primer país europeo donde comercializar el alquiler de películas bajo demanda, porque es uno de los más atractivos. La cuestión es que allí deberá competir con LoveFilm, que ahora pertenece a Amazon, un jugador asentado que cuenta con 1,6 millones de suscriptores en toda Europa. En realidad, los precios que ha fijado YouTube para sus películas alquiladas coinciden con los que establece LoveFilm para sus clientes que no miembros.
Este movimiento de la filial de Google responde a la estrategia iniciada la pasada primavera para intentar frenar el tirón de servicios de vídeo bajo demanda de pago como Netflix y Hulu. Aunque YouTube sigue siendo el sitio de vídeo que más visitantes únicos reúne, no es el líder en tiempo de permanencia. Mientras Netflix consigue mantener a los internautas una media de 8,35 minutos y Hulu 3,42 minutos, en YouTube sólo se quedan 2,37 minutos, según datos de Nielsen para Estados Unidos correspondientes al mes de junio.
Vía: Guardian