Pues claro que importa el tamaño, y mucho. Sobre todo cuando se trata de reproducir imágenes en tres dimensiones. Es casi tan importante como la luminosidad. Las imágenes 3D en un televisor de pequeña diagonal parecen pequeños muñequitos moviéndose de forma frenética dentro de una caja de zapatos. Con una pantalla de gran diagonal, no sólo las imágenes son más grandes, las escenas tienen una mayor profundidad, y eso es imprescindible para percibir el efecto estereoscópico. Y eso, el televisor de plasma PS51D550 de Samsung lo hace de maravilla. Incluso cuando convierte imágenes 2D a 3D.
Los de la coreana llevan mucho tiempo mejorando sus televisores de plasma, que han pasado de los últimos puestos de la tabla a ponerse claramente en cabeza, a la altura de los mejores productos del mercado. Y es que basta echarle un simple vistazo a esta máquina de 51 pulgadas, con imagen Full HD. ¿Cómo es esto posible si según toda la crítica se trata de un producto de iniciación, para clientes poco exigentes? Ahí está la estrategia del fabricante, que no se la ha jugado con lo fundamental, con la calidad de imagen, con la circuitería y con los algoritmos. Se ha cargado toda la parte Smart TV, y así es un televisor 51 pulgadas por menos de 1000 euros. Claro que las gafas activas se pagan aparte.
Pero no pierde el resto de la conectividad. Tiene dos puertos USB desde los que es capaz de reproducir todo tipo de contenidos, incluyendo vídeo en alta definición. También tiene un conector para enchufarse a la red local, aunque quien lo desee puede sacrificar uno de los puertos USB para enchufar un adaptador inalámbrico que va a permitir el acceso sin cables. La compatibilidad DLNA garantiza el acceso a todo tipo de contenidos alojados en la red local sin ningún tipo de problemas con los formatos.
Es un televisor que tiene cuatro entradas HDMI, y todo lo que es habitual en este tipo de aparatos. Tiene una potencia de sonido de 2 x 20 W, y también aquí es la tónica habitual. Le falta algo de profundidad en los graves aunque el fabricante hecho un esfuerzo, incorporando compatibilidad Dolby Digital Plus y sonido SRS Sound Theatre. Tiene un solo sintonizador de televisión digital terrestre pero es en alta definición, con lo que está a la altura de su capacidad de reproducción de imágenes. Y el diseño no es malo. Es discreto, aunque quizá no sea tan delgado como otros equipos de plasma del fabricante mucho más caros. Los fanáticos de la delgadez tendrán que rascarse el bolsillo.