El nombre se las trae. Los de Philips han decidido llamar este equipo Brilliance LED Moda. Se trata de un monitor muy delgado, LCD, y que alcanza semejante delgadez gracias a que utiliza retroiluminación basada en diodos LED blancos. Ahora gustan los monitores grandes, como este de 23.6 pulgadas. Tiene una resolución Full HD 1920í—1080 con una velocidad de refresco de 60 Hz. Tiene buena capacidad de reproducción de colores, y éstos son realistas, aunque es mejor emplearlo en aplicaciones multimedia antes que en otras relacionadas con el diseño o la fotografía.
Su tiempo de respuesta media es de 5 ms. Esto nos indica que se va a comportar muy bien con videojuegos, y también en las escenas más rápidas de las películas, en alta definición, por supuesto. Tiene brillo más que suficiente para el visionado a la distancia propia de estos equipos, 300 cd/m2. El contraste es adecuado. Es de 1000:1, una cifra que no está nada mal. Además, incorporar tecnología SmartContrast, que amplia el contraste que es capaz de representar el equipo.
El diseño es agradable, discreto y acabado en negro brillante, con la trasera acabada en blanco. Es un dispositivo muy delgado. Tiene una peana con forma de anillo que no hace más que aumentar el atractivo del producto, sin restarle estabilidad. Puede orientarse ligeramente en el plano vertical. Es muy sencillo de manejar una vez que se han encontrado los controles. Estos son táctiles, y pasan fácilmente desapercibidos.
El rendimiento de imagen es bueno, pero sobre todo es una máquina flexible y adaptable. La tecnología SmartImage se encarga de adaptar las características de la imagen de cada contenido y cada situación. Una vez activada, tiene seis modos disponibles. Ofrecerá distinta imagen en función de si usuario trabaja con aplicaciones ofimática es, videojuegos, fotos, o textos, y tiene un modo especial que ahorra energía. En la parte trasera tiene dos entradas HDMI, una VGA, y salida de sonido. El cable de alimentación es algo más complejo de lo habitual. En la carrera por la delgadez, los de la casa han sacado el transformador fuera del monitor, y lo han convertido en transformador externo. Está disponible por 200 euros.