No es el único, pero sí el más popular. Hablamos de Netflix y el negocio del audiovisual online por suscripción. Ya te hemos hablado de otras muchas fórmulas (Filmin, TiVo, Voddler…), aunque Netflix es la que goza de más fama del ciberespacio. No obstante, otra compañía análoga quiene presentarle una dura batalla. Y es un viejo conocido.
Hablamos de Blockbuster, la cadena de videoclubs que en otro tiempo lideraba un mercado que hoy está de capa caída a nivel internacional. Su sistema de alquiler actualmente es similar a uno de los servicios de Netflix (el originario, de hecho, que hoy recibe el nombre de Qwikster): el envío de los DVD y Blu-Ray en formato físico al domicilio del usuario, algo que quiere complementar con su entrada en la prestación de servicios online.
La idea, según hemos conocido a través de elmundo.es, sería la misma que desarrolla Netflix, aunque incorporando un valor añadido: los suscriptores de Blockbuster pagarían una cuota mensual de diez dólares (poco más de siete euros, al cambio actual), lo cual les daría acceso al catálogo total de la firma.
Y cuando decimos total, nos referimos a la posibilidad de ver series y películas a través de Internet, pero también al servicio tradicional de la compañía, es decir, la recepción de DVD en formato físico, así como el alquiler de las películas a través de su cadena de tiendas.
Para hacer posible su entrada en el streaming online, Blockbuster se valdrá de la plataforma por satélite Dish Network, por lo que los suscriptores del servicio tendrán que ser clientes de ese sistema. Siendo así, tendrían acceso a lo que han bautizado como Blockbuster Movie Pass, compuesto por un catálogo de 3.000 títulos que se podrían consultar a través del sistema conectado al televisor, así como 4.000 en total consultables desde la conexión a Internet.
Por el momento, no hay noticias acerca de una posible internacionalización del servicio que comenzará a prestar Blockbuster en Estados Unidos. Su competencia directa, Netflix, ya ha iniciado un proceso de expansión a otros países, que se espera que alcance a España a partir de enero de 2012, según se ha venido planteando en informaciones no oficiales en los últimos meses.