Angry Birds ha transcendido del mundo de los videojuegos, y se ha convertido en una marca que ampara mercancías de lo más variopinto. Camisetas, muñecos de peluche, accesorios para teléfonos móviles, llaveros, cojines, pendientes”¦ Rovio, la compañía desarrolladora, quiere explotar el filón de los pájaros furiosos e ir mucho más allá de los juegos para dispositivos móviles.
Rovio tiene vocación de transformarse en una potente marca de ocio. Al fin y al cabo, la venta de esas mercancías le está reportando una parte sustanciosa de sus ingresos. No en vano, ya lleva vendidas cerca de 30 millones de camisetas oficiales, y más de 3 millones de muñecos de peluche de sus Angry Birds. Hay que tener en cuenta que el juego lleva pocos años disponible; fue lanzado en diciembre de 2009. Ahora, Rovio planea editar un libro de cocina.
El libro de cocina inspirado en Angry Birds va a contener recetas hechas con huevos, y está destinado a toda la familia. Habrá una edición impresa y otra en forma de libro electrónico. Rovio se va a encargar de autopublicarlo con su propio sello, y está negociado acuerdos de distribución con Amazon, Barnes & Noble y Apple iTunes.
Según ha explicado recientemente Peter Vesterbacka, el director de marketing de la compañía finlandesa, se han decantado por la autoedición después de mantener conversaciones con varias editoriales tradicionales, que pretendía quedarse con el 90 por ciento de los ingresos del libro, como suele ser habitual en el sector. Con la autoedición, Rovio pretende dar al punto de venta solamente un 10 por ciento de las ventas del libro de cocina.
Entrar en el negocio editorial no es el único movimiento que Rovio ha hecho en los últimos tiempos. También prepara la producción de una película de animación sobre Angry Birds. Además, en muchas tiendas de todo el mundo, los productos relacionados con los pájaros furiosos ya se codean en las estanterías con marcas establecidas de la talla de Disney o Hello Kitty.