El servicio había estado activo en Estados Unidos, de manera que los usuarios españoles no lo habían podido probar hasta la fecha. Pero las cosas cambiaron de pronto. Nos referimos a la función de Facebook para el reconocimiento facial y etiquetado automático de fotografías. De hecho, los responsables de esta red social hicieron extensiva la función en varios países, aunque la ejecutaron sin avisar a los usuarios, cosa que no ha gustado a la gran mayoría. Y es que después de aplicarse esta nueva funcionalidad, son muchos los que han puesto en tela de juicio la manera en que Facebook trata los datos personales e íntimos de los que están dados de alta en la red social.
El funcionamiento de esta nueva función es el siguiente: Facebook reconoce los rostros de los amigos de los usuarios, esto es, de los que forman parte de su listado de amistades, aunque en realidad solo hace falta que hayan sido etiquetados en otras fotos con anterioridad. De esta manera, el servicio de reconocimiento facial es capaz de detectar que uno de nuestros amigos aparece en la foto. Bastará que el usuario valide el reconocimiento (si está acertado) para que el etiquetado se realice de forma automática y con éxito. De hecho, nosotros mismos hemos probado la función y podemos confirmar que funciona sin margen de error alguno.
La polémica ha surgido después de que muchos usuarios se percataran de que la función automática de etiquetado se encuentra activada por defecto, sin que los clientes de Facebook hayan tenido la posibilidad de elegir si quieren o no disponer de esta función. Lo que han hecho los responsables de la red social es pedir disculpas e indicar que deberían haber sido más claros para explicar debidamente el proceso de implementación de este servicio. En este sentido, hay que tener en cuenta que los usuarios tienen la oportunidad de desactivar esta función, de manera que el reconocimiento facial y el etiquetado no se ejecuten de manera automática.
Esta opción está disponible dentro del apartado de ‘Configuración’ del servicio de Facebook, aunque esta no es una solución definitiva. De hecho, es la misma que emplea Facebook para resolver todos sus conflictos de privacidad: primero activa el servicio para todos y luego el usuario tiene que volverse loco buscando cómo desactivar una función que a su juicio vulnera sus derechos de privacidad.