La banda ancha es la mejor manera de poder disfrutar de todos los contenidos y servicios que están disponibles en Internet. Las ofertas existentes en el mercado son muy variadas, tanto respecto a proveedores como a tecnologías. Antes de decantarse por una concreta, conviene tener presentes una serie de cuestiones. Lo primero es averiguar qué proveedores cubren la zona, en qué consisten sus servicios de acceso y cuánto cuestan.
La banda ancha fija se presta mediante diversas tecnologías. Las redes de acceso desde la central al hogar, lo que los expertos denominan “bucle local” o “última milla”, pueden ser de varios tipos: xDSL (par de cobre), FTTx (fibra óptica y cobre), FTTH (fibra óptica) o HFC (híbrida fibra y cable). No todas están disponibles en todos los lugares de España; suele haber más alternativas en el centro de las grandes ciudades. El ADSL es el acceso más extendido en nuestro país, y las velocidades que anuncian los proveedores son máximas (hasta); de hecho sólo está garantizado por ley un diez por ciento de esa velocidad.
La distancia entre el hogar y la centralita influye mucho en el rendimiento de la conexión de banda ancha. A más distancia, menos velocidad. En este enlace es posible consultar esa distancia; basta con introducir un número de teléfono, una dirección postal o los datos de la central. Los cálculos que muestra como resultados incluyen las modalidades de ADSL, VDSL2 y FTTH.
Ésas son algunas de las recomendaciones que la CMT ofrece en línea a los internautas. La Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT) además destaca en sus consejos que normalmente las conexiones de banda ancha fija suelen ofertarse en paquetes junto con servicios de voz e incluso también con televisión. Asimismo, es posible cambiar de proveedor, pero conservando el número de teléfono. Aparte, algunos proveedores de acceso a Internet permiten contratar solamente la banda ancha por separado.
En España hay casi 10,6 millones de líneas de banda ancha a diciembre de 2010, según datos de la CMT, casi un 9 por ciento más que el año anterior. Eso significa que 23 de cada 100 hogares españoles tiene un acceso de banda ancha fija.