Los ordenadores portátiles actuales son muy potentes, pero esta potencia es a costa de una gran producción de calor. Puede que no esté muy lejos el día en que en los portátiles lleven en la caja un gran anuncio negro que diga «usar el portátil sobre las rodillas puede ser peligroso para la salud». En los últimos tres años, los científicos han documentado al menos 10 casos de usuarios de ordenadores portátiles que han experimentado cambios de coloración en la piel.
Desde luego, esto no se produce por un uso esporádico o casual. Eran usuarios intensivos de ordenador que en lugar de colocarlos sobre la mesa, preferían situarlo en el regazo. Algunos de ellos entre 6 y 7 horas diarias todos los días de la semana. Las consecuencias de esta costumbre pueden ser decoloraciones de la piel, o zonas con la pigmentación más oscura, como si hubiera tomado más el sol. Es lo que los médicos llaman el «síndrome de la piel tostada».
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