Los dispositivos móviles presentan muchos riesgos de seguridad, sobre todo desde que tienen capacidad para navegar por Internet. Cualquier atacante que secuestre un teléfono móvil puede conseguir fácilmente información sensible como contraseñas y nombres de usuario. Secuestrar un Apple iPhone es una tarea bastante simple, tal y como han demostrado dos investigadores del Mobile Security Lab, llamados Roberto Gassira y Roberto Piccirillo.
El secuestro del dispositivo móvil se consigue engrañando al usuario para que reconfigure su terminal; el objetivo es redirigir el tráfico de datos a un servidor proxy malicioso que controla el hacker. Con esta técnica no sólo se puede interceptar la navegación web normal (HTTP) sino también a través de servidores seguros (HTTPS). Y todo empieza cuando el usuario del iPhone recibe un mensaje corto.
Leer todo sobre cómo secuestrar un iPhone
